El fantasma Helms-Burton

Algunas compañías norteamericanas han aprovechado los huecos que dejan las leyes del embargo, como el negocio a través de terceros países, para establecer un comercio incipiente con la isla. Según John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, en los últimos 14 meses empresarios norteamericanos han vendido productos en Cuba por valor de 300 millones de dólares.Esos pequeños resquicios para el comercio puede desaparecer si, como se espera, es aprobada en los próximos meses la ley conocida como Helms-Burton, para fortalecer el embargo mediante sanciones a tercer...

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Algunas compañías norteamericanas han aprovechado los huecos que dejan las leyes del embargo, como el negocio a través de terceros países, para establecer un comercio incipiente con la isla. Según John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, en los últimos 14 meses empresarios norteamericanos han vendido productos en Cuba por valor de 300 millones de dólares.Esos pequeños resquicios para el comercio puede desaparecer si, como se espera, es aprobada en los próximos meses la ley conocida como Helms-Burton, para fortalecer el embargo mediante sanciones a terceros países que comercien con Cuba. El presidente Clinton se ha opuesto a la ley en su redacción actual, pero le va a ser difícil vetarla sin arriesgar su victoria electoral en el Estado de Florida, donde la comunidad cubana en el exilio tiene gran influencia.

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Varios congresistas demócratas, entre los que se encuentran las principales opositores a la ley, han reconocido que los partidarios de fortaIecer el embargo cuentan ya con mayoría suficiente para su aprobación. Pese a ello, John Kavulich asegura que "los ejecutivos de las compañías norteamericanas esperan que la política hacia Cuba se normalice en un plazo de 12 a 18 meses".

Ese pronóstico incluye, por supuesto, la reelección de Bill Clinton, en cuya Administración varios funcionarios han dado muestras en los últimos años de apostar por la normalización de relaciones con Cuba. "La proximidad de Estados Unidos a Cuba", afirmaba el pasado mes de junio ante el Congreso Edward Casey, Vicesecretario de Estado adjunto, "la afinidad de los cubanos con los productos norteamericanos y los fuertes lazos históricos y culturales que unen a los dos países significan que la relación comercial con Cuba puede beneficiar tanto a los cubanos como a los norteamericanos".

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