Crítica:JAZZ

El blanco más negro

Fue Vinicius de Moraes quien se autoproclamó el blanco más negro de Brasil. Desaparecido el poeta y diplomático, nadie como este descendiente de libaneses, carioca de adopción, para ostentar el título. Desde el primer instante del concierto retomó su particular camino hacia la negritud. Joâo Bosco siempre ha sido un artista capaz de pensar por sí mismo: autor libre, como él mismo se define. Pionero en materia de discos desenchufados por necesidades presupuestarias, acabó acostumbrándose a viajar sólo con su guitarra. Ahora ha encontrado a dos cómplices. La letra de o ...

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Fue Vinicius de Moraes quien se autoproclamó el blanco más negro de Brasil. Desaparecido el poeta y diplomático, nadie como este descendiente de libaneses, carioca de adopción, para ostentar el título. Desde el primer instante del concierto retomó su particular camino hacia la negritud. Joâo Bosco siempre ha sido un artista capaz de pensar por sí mismo: autor libre, como él mismo se define. Pionero en materia de discos desenchufados por necesidades presupuestarias, acabó acostumbrándose a viajar sólo con su guitarra. Ahora ha encontrado a dos cómplices. La letra de o de Janeiro, samba de 1950, dice que Brasil tañe las cuerdas. Y ellos tres disponen de 18 para aventurarse por tímbricas que evocan experimentos de guitarristas innovadores. Su interpretación del Desafinado de Jobim fue realmente espeluznante. Joâo Bosco no para de mover caderas y pies, guitarra en ristre, con el cuerpo en el Caribe, el corazón en África y la cabeza en el siglo que viene.

Joâo Bosco

Joâo Bosco (voz y guitarra),Alexandre Carvalho (guitarra eléctrica) y Jamil Joanes (bajo eléctrico). La Riviera. Madrid, 13 de noviembre.

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