VOLCANOLOGÍA: PROYECTO TEIDE

Una falla 'psicológica'

"Todos los materiales expulsados en una erupción se guardan mejor a 40 o 50 metros bajo el agua, donde no hay oleaje", asegura Carlos Palomo, director de la campaña del Hespérides el pasado marzo, en el Proyecto Teide. Por eso el fondo marino de Tenerife fue observado con técnicas de sismografía, geomorfología, magnetismo y gravimetría durante unos diez días (menos de lo previsto porque el barco llegaba tarde a su cita con el ministro de Educación en Cartagena).Encontraron dos volcanes submarinos, "uno precioso, típico, a 2.000 metros de profundidad y de unos 500 metros de altura", dice...

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"Todos los materiales expulsados en una erupción se guardan mejor a 40 o 50 metros bajo el agua, donde no hay oleaje", asegura Carlos Palomo, director de la campaña del Hespérides el pasado marzo, en el Proyecto Teide. Por eso el fondo marino de Tenerife fue observado con técnicas de sismografía, geomorfología, magnetismo y gravimetría durante unos diez días (menos de lo previsto porque el barco llegaba tarde a su cita con el ministro de Educación en Cartagena).Encontraron dos volcanes submarinos, "uno precioso, típico, a 2.000 metros de profundidad y de unos 500 metros de altura", dice Palomo. De los datos del Hespérides se espera, por ejemplo, hallar la causa de los terremotos que sacudieron Tenerife a finales de los ochenta, y también poder cerrar el debate sobre la existencia de una falla entre esta isla y Gran Canaria. Si para Juan Carlos Carracedo es una falla psicológica (por lo de la permanente rivalidad entre las dos provincias canarias), a Carlos Palomo le encantaría "haberla enganchado; parece que sí, pero habrá que ver si se detecta por todas las técnicas".

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