Crítica:BLUES

Perfección

El veterano guitarrista de estudio Robben Ford presentó en España su elepé, A handful of blues, y consiguió rayar la perfección. Cierto es que no vino sólo. Con él tocaba una de las secciones rítmicas más sólidas y energéticas que uno puede imaginar. Pero Mr. Ford es de esos seres privilegiados que parecen haber nacido para hacer hablar a una guitarra eléctrica, extrayendo de ella todos los sonidos y riffs imaginábles.Desde el primer compás, Robben tuvo ganada a una audiencia de incondicionales que había agotado las localidades a la venta y que, superando en su mayoría la treinte...

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El veterano guitarrista de estudio Robben Ford presentó en España su elepé, A handful of blues, y consiguió rayar la perfección. Cierto es que no vino sólo. Con él tocaba una de las secciones rítmicas más sólidas y energéticas que uno puede imaginar. Pero Mr. Ford es de esos seres privilegiados que parecen haber nacido para hacer hablar a una guitarra eléctrica, extrayendo de ella todos los sonidos y riffs imaginábles.Desde el primer compás, Robben tuvo ganada a una audiencia de incondicionales que había agotado las localidades a la venta y que, superando en su mayoría la treintena, parecían perdidos para toda música que no tuviera sus raíces en el delta del Missisipi. El guitarrista, pues, encontró el camino expedito y se lanzó a un recorrido inverosímil por unas canciones que, si bien no pecan de exceso de originalidad, si requieren un estilo y determinado temple para ser ejecutadas con todo el brillo que merecen. También energía, mucha energía para que las emociones del blues estallen como fuegos artificiales. La voz de Ford, con no ser una maravilla, consiguió mantenerse a la altura de un listón que ya estaba elevadísimo, a causa del virtuosismo de la ejecución, y puede decirse que los dos únicos defectos que pudieran achacarse a lo ofrecido por el trío fueron la longitud del show -apenas ocho canciones- y determinada frialdad, que es siempre compañera de la perfección en cuanto a música. Por lo demás, Robben Ford mostró que está en una forma increíble para dar lo mejor de sí mismo en discos propios, sin necesidad de tener que acompañar a otro genio. Un diez, vaya.

Robben Ford & The Blue Line

Robben Ford (guitarra y voz), Roscoe Beck (bajo) y Tom Brechtleing (batería). Sala Moroco. 1.200 pesetas. Jueves, 14 de septiembre.

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