200 quinceañeras tras Keanu

R.G., El cuidadoso servicio de seguridad montado. por el festival en tomo al hotel María Cristina, donde se hospedan todas las estrellas, y que. este año incluye por primera vez unas vallas para impedir el acoso de los fans, se vino abajo totalmente ayer con la llegada del joven Keanu Reeves de 31 años. Fueron los gritos y carreras de, 200 quinceañeras la primera bienvenida al actor de Un paseo por las nubes. El espectáculo resultó maravilloso. La confusión ante la parada de un coche con cristales tintados, en el que todo el mundo creía que Viajaba el actor, provocó el primer espectácul...

R.G., El cuidadoso servicio de seguridad montado. por el festival en tomo al hotel María Cristina, donde se hospedan todas las estrellas, y que. este año incluye por primera vez unas vallas para impedir el acoso de los fans, se vino abajo totalmente ayer con la llegada del joven Keanu Reeves de 31 años. Fueron los gritos y carreras de, 200 quinceañeras la primera bienvenida al actor de Un paseo por las nubes. El espectáculo resultó maravilloso. La confusión ante la parada de un coche con cristales tintados, en el que todo el mundo creía que Viajaba el actor, provocó el primer espectáculo. Todas las fans se arrojaron en plancha sobre la ventanilla maldita, mientras los centros de flores del jardín soportaban más que pisotones y el propio Keanu Reeves esperaba: en un automóvil posterior a que se aclarara el entuerto. Por fin salió, y los chillidos de las jovencitas, que ya en ese momento campaban a sus anchas por el recinto prohibido, se convirtieron en truenos, mientras las cámaras y los fotógrafos intentaban trabajar en m edio de ese divertido berenjenal. Acompañado de una atractiva mujer, Keanu Reeves, con media barba y una más que bonita sonrisa subió a duras penas los escalones del hotel, mientras firmaba autógrafos a unas pocas afortunadas. Dentro le esperaba su compañera de reparto, la española Aitana Sánchez-Gijón, que para envidia. de las que quedaron en la calle sí pudo abrazarle y acariciarle. Fuera, las opiniones se dividían. lQué bueno está!", le salió del alina a una donostiarra. "Pues está mejor en las. películas, tiene la cara gordita" decía otra, desilusionada.