Bruselas sólo firmará pactos con Marruecos si hay acuerdo en pesca

La negociación de la LE con Marruecos será global o no será. Así lo afirmó ayer la comisaria de Pesca, Emma Bonino, ante un Parlamento Europeo receloso de la Comisión. La discusiónsobre pesca y la negociación sobre el acuerdo de asociación se desarrollan en distintas mesas; pero sin un resultado aceptable de las primeras, Bruselas no firmará las segundas. Bonino aseguró que es un compromiso de la Comisión.

Emma Bonino aterrizó ante una Comisión parlamentaria de Pesca escéptica y recelosa. Los intervinientes -destacaron los populares Miguel Arias-Cañete y Carmen Fraga, y Salvador Jové, d...

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La negociación de la LE con Marruecos será global o no será. Así lo afirmó ayer la comisaria de Pesca, Emma Bonino, ante un Parlamento Europeo receloso de la Comisión. La discusiónsobre pesca y la negociación sobre el acuerdo de asociación se desarrollan en distintas mesas; pero sin un resultado aceptable de las primeras, Bruselas no firmará las segundas. Bonino aseguró que es un compromiso de la Comisión.

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Emma Bonino aterrizó ante una Comisión parlamentaria de Pesca escéptica y recelosa. Los intervinientes -destacaron los populares Miguel Arias-Cañete y Carmen Fraga, y Salvador Jové, de Izquierda Unitaria- le expresaron su apoyo y suscribieron su enérgica suspensión de la sexta ronda. Pero expresaron también su sospecha de que el colegio le hubiera cortado las alas con su declaración del miércoles, echaron en falta contundencia sobre la culpa de Marruecos, urgieron a un mayor automatismo de las ayudas prometidas y manifestaron su temor de que hubiera perdido la batalla por vincular el acuerdo de pesca al de asociación.Aunque el acuerdo de pesca también deberá beneficiar a Marruecos, la mayor inyección financiera -cercana a los 100.000 millones de pesetas-, su gran bocado, será el acuerdo de asociación, que negocia Manuel Marín. Por eso, la mayoría apoyaba la condicionalidad o "carácter global" de ambos pactos, lo que fue defendido en agosto por la propia Bonino. Y ponían en duda que la Comisión hubiera apoyado esta postura.

Bonino se empeñó a fondo en defender el enfoque global. "Lo que está en juego son las relaciones globales UE-Marruecos", ratificó. "Prevalecerá una evaluación política global, porque no sería. realista pensar que la Comisión y los Quince pudieran obviar a las regiones en crisis por causa de la pesca dentro de los acuerdos globales de asociación".

A quienes entendían, como Jové, que "firmeza equivale a suspender cualquier acuerdo" hasta que Marruecos demuestre su voluntad de negociar seriamente la pesca, les enfatizó la frase en que el ejecutivo comunitario "espera que Marruecos sepa de ahora en adelante dar pruebas de la misma disponibilidad" negociadora que la UE. A quienes seguían dudando de la globalidad, les subrayó el párrafo sexto del acuerdo de la Comisión donde se recuerda a Rabat que la pesca no debe ser "un escollo" a la Conferencia de Barcelona ni a la negociación de los acuerdos de asociación, incluido el de Marruecos".

La otra polémica vino por las ayudas a pescadores y armadores. La comisaria distinguió entre la ampliación urgente de las sociales para compensar el amarre y las más a largo plazo, para acompañar la reestructruración de la flota. Pidió a los Gobiernos nacionales y regionales de España y Portugal que evalúen ya las necesidades y apoyó que adelanten el dinero, puesto que aunque la UE tiene partidas no podrá disponer de ellas inmediatamente, a causa de los trámites presupuestarios.

Jové criticó "la falta de actividad de las Administraciones española" en la evaluación de esas necesidades, mientras que el presidente de la comisión parlamentaria, Arias-Cañete, propuso echar mano de los 40 millones de ecus (unos 6.400 millones de pesetas) destinados a compensaciones para Rabat, y no utilizados al haberse suspendido el pasado acuerdo.

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