Fidel Castro dice que los exiliados en Estados Unidos deben tener derecho a invertir en Cuba

El presidente cubano, Fidel Castro, pidió al Parlamento de su país que no excluya a los emigrados residentes en Estados Unidos de la nueva ley de inversiones extranjeras, que discute en la actualidad el máximo órgano legislativo cubano. Castro afirmó que si se prohibía a los exiliados cubanos invertir en la isla, la nueva ley sería "discriminatoria", al tiempo que supondría "un golpe tremendo a la política de apertura hacia la emigración" que promueve el Gobierno cubano desde hace un año. La nueva ley será aprobada probablemente hoy.

Castro ejerció de abogado del exilio durante el deba...

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El presidente cubano, Fidel Castro, pidió al Parlamento de su país que no excluya a los emigrados residentes en Estados Unidos de la nueva ley de inversiones extranjeras, que discute en la actualidad el máximo órgano legislativo cubano. Castro afirmó que si se prohibía a los exiliados cubanos invertir en la isla, la nueva ley sería "discriminatoria", al tiempo que supondría "un golpe tremendo a la política de apertura hacia la emigración" que promueve el Gobierno cubano desde hace un año. La nueva ley será aprobada probablemente hoy.

Castro ejerció de abogado del exilio durante el debate que se celebró ayer en el Parlamento sobre el proyecto de ley de inversiones extranjeras, durante el cual varios diputados pidieron que la nueva ley prohibiese explícitamente a todos los cubanos residentes en EE UU o en otros países invertir en la isla. Así se manifestaron el Ministro de Educación Superior, Fernando Vecino Alegret, y el diputado, Agustín Lage, hermano del vicepresidente del Consejo de Ministros y principal responsable del proceso de reformas, Carlos Lage, quien dijo que autorizar la inversión de los cubanoamericanos podría favorecer a los emigrados más ricos, que son quienes más han luchado contra la revolución cubana.La intervención de Agustín Lage provocó una larga discusión, en la que se pusieron de manifiesto algunas de las diferencias y contradicciones internas que ha generado la nueva política cubana hacia la emigración. Así, el propio Carlos Lage, el Ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, y el presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica, Alfredo Guevara, intervinieron para expresar que excluir a los exiliados de la nueva ley sería algo torpe e incongruente con los intentos de normalización de relaciones con la comunidad del exilio.

"No podemos convertirnos en perseguidores. No podemos vivir en el odio. Miami es el odio y nosotros no podemos ser iguales", indicó Guevara, quien señaló que la ley establecía controles y filtros para decidir si una determinada inversión interesa o no al país.

El presidente cubano se manifestó entonces contrario a las exclusiones, y dijo que en el momento actual, aunque los exiliados quisiesen invertir en la isla, no podrían, dada la política de embargo que mantiene el Gobierno norteamericano. "Esta ley sólo tiene vigencia (para los exiliados) cuando se acabe el bloqueo", afirmó Castro. Éste añadió que recoger explícitamente en una ley una marginación de este tipo sería un "mensaje impolítico y equivocado". "Los enemigos de la revolución no tienen el más remoto interés en invertir en Cuba, ni si quiera quieren que lo hagan los españoles", indicó el presidente cubano en referencia a las preocupaciones del diputado Agustín Lage.

Otro momento caliente del debate fue cuando el compositor y pianista Frank Fernández, dijo que estaba en contra de toda exclusión, pero que aún peor que excluir a los exiliados era marginar a los propios cubanos que viven en la isla del proceso inversionista. "Yo me siento mal, y mucha gente se siente mal, porque todos los ciudadanos del mundo tienen un derecho que los ciudadanos cubanos no podamos tener", aseguró Fernández.

La nueva ley de inversiones, que ha contado con el asesoramiento del ex ministro español de Economía Carlos Solchaga, permite que se instalen en la isla empresas de capital "totalmente extranjero", así como la venta de bienes. inmuebles a "personas jurídicas extranjeras" o "personas naturales no residentes permanentes".

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