Un influyente crítico alemán compara a Günter Grass con Goebbels

La polémica en torno al último libro de Günter Grass Ein weites Feld, para el que la editorial aún no ha decidido el título de su traducción al español, ha entrado en una dinámica de descalificaciones e insultos personales. El prestigioso crítico literario Marcel Reich Ranicki, que aparece en la portada del último número del semanario Spiegel desgarrando el libro, ha comparado a Grass con el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, mientras que el escritor ha reaccionado recordando a los comentaristas que "son los escritores los que les dan trabajo".En el principal programa d...

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La polémica en torno al último libro de Günter Grass Ein weites Feld, para el que la editorial aún no ha decidido el título de su traducción al español, ha entrado en una dinámica de descalificaciones e insultos personales. El prestigioso crítico literario Marcel Reich Ranicki, que aparece en la portada del último número del semanario Spiegel desgarrando el libro, ha comparado a Grass con el ministro de propaganda nazi Joseph Goebbels, mientras que el escritor ha reaccionado recordando a los comentaristas que "son los escritores los que les dan trabajo".En el principal programa de literatura de la televisión pública ZDF, Ranicki afirmó que "Grass tiene el mismo sentido de la crítica literaria que Goebbels". "Grass, igual que Goebbels, espera que los críticos sólo informen sobre el contenido de un libro", aseguró Ranicki, "y eso es falso porque los críticos deben valorar y juzgar, y este aspecto tiene que aprenderlo todavía".

En la misma emisión, otros críticos habituales del programa acusaron a Grass de falsear los hechos para dar su propia versión de la reunificación alemana. "La obra de Grass es una infamia", indicó un crítico de la televisión de Hessen.

La novela tiene como personajes a Fonty, ciudadano de la antigua RDA que traba a de ordenanza en la sede del fideicomiso, y Hoftaller, un espía familiarizado con los más secretos destinos del servicio de seguridad del Estado. Este último -al igual que el autor- es un gran admirador del escritor del siglo pasado Theodor Fontane. Ranicki acusa de Grass de haber imitado tanto el estilo de Fontane que ha perdido el suyo propio.

Otras voces

A las críticas contra Günter Grass, eterno aspirante de la literatura alemana al Premio Nobel de Literatura, se ha sumado también el diario de masas Bild, que acusa al escritor de no amar a su país. "No conoce a los hombres para los que escribe. Debería moverse por Alemania, solo y a pie. Mirar, oír y pensar", asegura el periódico. Otras publicaciones de más prestigio también vierten consideraciones negativas sobre el libro, pero censuran, como el semanario Die Woche, que se llegue a hablar de "ejecución de un escritor".La crítica Iris Radisch empezó su comentario en la revista especializada Die Zeit con las siguientes palabras: "¿Quién va a leerse esto por propia voluntad y desde el principio hasta el final? Este libro es ilegible".

Günter Grass, que espera el lanzamiento de su libro mientras pasa unas vacaciones en Dinamarca, manifestó a la ZDF que normalmente aguanta mucho pero que de vez en cuando tiene que "descansar de la malicia, el malhumor acumulado y la transformación de admiración incondicional en envidia", como la de Ranicki. En una primera valoración tras la lectura inicial del libro, el polémico crítico había elogiado la nueva obra de Grass que llega el lunes a las librerías.

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