El agua arruina todo el vino de Villarejo

El alcalde calcula en más de 260 millones las pérdidas por la tormenta

La tormenta y la granizada que asaetaron el lunes a Villarejo de Salvanés (5.195 habitantes) arrasó toda la cosecha de uva del pueblo (valorada en 150 millones), el 30% de la oliva (40 millones) y causó daños en el casco urbano, valorados en 70 millones: destrozos en el pavimento, alcantarillado y en casi un centenar de viviendas, según el alcalde, José Mayor (IU). Los daños en las fincas agrícolas son los que más preocupan, ya que la mayoría de los agricultores de la zona no tienen asegurados sus cultivos. El presidente de la cooperativa vinícola de Villarejo, Agustín González, cifra los daño...

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La tormenta y la granizada que asaetaron el lunes a Villarejo de Salvanés (5.195 habitantes) arrasó toda la cosecha de uva del pueblo (valorada en 150 millones), el 30% de la oliva (40 millones) y causó daños en el casco urbano, valorados en 70 millones: destrozos en el pavimento, alcantarillado y en casi un centenar de viviendas, según el alcalde, José Mayor (IU). Los daños en las fincas agrícolas son los que más preocupan, ya que la mayoría de los agricultores de la zona no tienen asegurados sus cultivos. El presidente de la cooperativa vinícola de Villarejo, Agustín González, cifra los daños en 150 millones. Señala que se han perdido 3.000 toneladas de uva, cantidad habitual de la cosecha anual.El Ayuntamiento, con la Dirección de Protección Civil, pedirá ayuda a la Delegación del Gobierno para reparar las viviendas. En el interior de algunas de estas casas, sobre todo en Pozo Marcos, el agua alcanzó más de 70 centímetros de altura.

La tormenta empezó a descargar a las 16.30, y cuando paró, una hora después, se habían recogido entre 30 y 40 litros por metro cuadrado. Para el alcalde, lo más grave fue que el agua pasó por encima de la autovía de Madrid a Valencia (N-III). El acceso este a Villarejo, que discurre por debajo, se anegó al alcanzar la riada cerca de dos metros y medio de altura. En pocos minutos los colectores rebosaron y se rompieron las alcantarillas.

Carmen Díaz dice que a las 16.30 del lunes caían "unas piedras enormes de granizo" y que, en 15 minutos el agua del garaje ya alcanzaba medio metro de altura. María del Carmen Toloba tuvo menos suerte. Su automóvil estaba aparcado en la calle. Cuando lo recogió, tuvo que abrir las puertas del coche para que saliera el agua, que llegaba hasta el volante.

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