'Outing' emergente

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El grupo Outrage (atropello), que defiende en el Reino Unido los derechos del colectivo homosexual, ha mantenido durante los dos últimos años una actitud muy crítica con la Iglesia anglicana británica, que no condena la homosexualidad, pero prefiere que los religiosos con dicha inclinación se mantengan célibes.Para desenmascarar lo que califica de "doble moral", ha elaborado, siguiendo el modelo estadounidense, una lista de prelados, según ellos homosexuales. Los nombres, una decena, han aparecido en carteles y pancartas portados por sus militantes en manifestaciones callejeras. Dada la situación, algunos han optado por desvelar su condición en público. Es el caso de Derek Rawcliffe, antiguo obispo de Glasgow (Escocia). A sus 70 años, fue el primero en conceder una entrevista televisiva sobre su intimidad. Aseguró sentirse feliz y seguro, y ser partidario de bendecir las uniones del mismo sexo.

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El caso de David Hope, obispo de Londres y ahora ascendido en la jerarquía eclesiástica, ha sido más penoso. Recurrió también a las cámaras de la BBC para hablar, pero lo hizo con amargura. Dijo que Outrage le había intimidado y presionado por escrito. Calificó su sexualidad de "ambigua", y aseguró que siempre ha respetado el celibato. Las quejas de Hope no son únicas. Otros prelados y políticos han señalado que no se puede forzar a nadie a desvelar aspectos de la vida privada.

El grupo, por su parte, sostiene que sólo pretende animarles a reconocer en público prácticas que su círculo privado ya conoce. Con ello espera mejorar la situación de todos los religiosos homosexuales forzados a ocultar sus inclinaciones.

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