Tribuna:

El papel como horma poetica

Además de por la importancia artística que tiene Tàpies de por sí y, específicamente, la de su obra gráfica, hay otros factores que merecen ser celebrados en la presente convocatoria, organizada y presentada por la Fundación Casa de la Moneda, en cuyo museo, reflejo de su historia, el arte gráfico ha desempeñado y desempeña un papel fundamental, lo que no sólo viene siendo subrayado muy adecuadamente por la institución mediante diversas muestras antológicas que revisan lo hecho en épocas pasadas, sino que, además, ha tratado de "actualizar" la historia, incorporando, a través del Premio Tomás ...

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Además de por la importancia artística que tiene Tàpies de por sí y, específicamente, la de su obra gráfica, hay otros factores que merecen ser celebrados en la presente convocatoria, organizada y presentada por la Fundación Casa de la Moneda, en cuyo museo, reflejo de su historia, el arte gráfico ha desempeñado y desempeña un papel fundamental, lo que no sólo viene siendo subrayado muy adecuadamente por la institución mediante diversas muestras antológicas que revisan lo hecho en épocas pasadas, sino que, además, ha tratado de "actualizar" la historia, incorporando, a través del Premio Tomás Francisco Prieto, a los mejores artistas españoles del presente. Tales han sido los casos de, entre otros, Antonio López, Chillida, Palazuelo, Arroyo y del propio Tàpies, que obtuvo la distinción en 1991 y ahora exhibe una selección de su obra gráfica última.La obra gráfica es una parte esencial del trabajo creativo de cualquier artista contemporáneo, pero posee una significación especial en un caso como el de Tàpies, cuyo amor por la materia, la textura y lo caligráfico le predisponen de forma muy particular al respecto. Que a esta predisposición se le pueden hallar, por otra parte, antecedentes familiares e íntimos, no hace sino reforzar lo bien fundado de esta pasión. De hecho, desde finales de los años cuarenta hasta ahora mismo, la dedicación por parte del artista catalán a la también llamada "obra sobre papel" ha sido constante y extraordinariamente reveladora de su trayectoria artística global.

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Es lógico, porque en, sobre y con el papel, Tàpies, que comparte no pocas cosas con la mirada oriental, ha encontrado su horma, una materia frágil, dúctil y de una impresionabilidad capaz de registrar por igual el azar y la necesidad, lo involuntario tanto como lo voluntario.

Con esta selección de obra última, que abarca un arco cronológico desde 1981 hasta 1995, pero enfatizándose lo realizado en los noventa, podemos apreciar la riquísima variedad de técnicas, formatos y soportes que emplea Tàpies con virtuosismo deleitoso. De tal manera que este conjunto nos proporciona una síntesis del universo actual de Tàpies, pero, si se quiere, dada la naturaleza peculiar de este medio, el de un Tàpies, más alado, directo y emocional.

En este sentido, no dudo que esta exposición, plena de sensibilidad, provocará agrado incluso entre quienes aún tienen dificultades para enfrentarse con el arte contemporáneo.

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