CONFLICTO PESQUERO

El Ministerio del Asunto Exterior

"Este departamento se ha convertido en el Ministerio del Asunto Exterior", ironizaba ayer un diplomático español poniendo de relieve hasta qué punto el contencioso con Canadá monopolizaba la atención de la diplomacia española. "Todos los demás temas han sido aparcados", añadía.Anunciadas el domingo por el ministro, Javier Solana, al embajador de Canadá en España, David Wright, precisadas y ampliadas el lunes, las represalias españolas contra el acto de "piratería canadiense" no acabaron ayer de cuajar porque el subsecretario, Jesús Ezquerra, y demás altos cargos perfilaban su formulación juríd...

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"Este departamento se ha convertido en el Ministerio del Asunto Exterior", ironizaba ayer un diplomático español poniendo de relieve hasta qué punto el contencioso con Canadá monopolizaba la atención de la diplomacia española. "Todos los demás temas han sido aparcados", añadía.Anunciadas el domingo por el ministro, Javier Solana, al embajador de Canadá en España, David Wright, precisadas y ampliadas el lunes, las represalias españolas contra el acto de "piratería canadiense" no acabaron ayer de cuajar porque el subsecretario, Jesús Ezquerra, y demás altos cargos perfilaban su formulación jurídica.

Las sanciones no han sido pues anunciadas oficialmente. La principal consistirá en restablecer el visado para los canadienses que viajen a España -en torno a los 130.000 lo hicieron en 1994- y su difusión por la prensa suscitó numerosas llamadas telefónicas a la Oficina de Información Diplomática (OID) y a la dirección general de Asuntos Consulares preguntando sobre su entrada en vigor.

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A juzgar por la avalancha parece que todos los españoles quieren ir de pronto a Canadá", comentó un subdirector. La inquietud de los potenciales turistas españoles se justifica por cuanto es probable que, cuando se le notifique, Ottawa reaccione imponiendo a su vez el visado a los españoles.

Insultos télefónicos

La Embajada de Canadá en Madrid debió también recibir su lote de llamadas pero estas de otro tono. Una emisora de radio dio su número animando a insultar a los funcionarios canadienses. En la representación prevalece la discreción y Paul Willox, su primer secretario, que se encarga de la prensa, rehúsa confirmar las agresiones telefónicas. "Lo siento, no puedo decir nada", afirma.

En la Embajada de España en Ottawa, la capital canadiense, y en los dos consulados generales, en Montreal y Toronto, los teléfonos tampoco han parado de sonar. El tono era generalmente educado aunque muchos interlocutores no ahorraron críticas a la política pesquera española mientras otros se informaban sobre qué trámites eran necesarios para obtener el visado español.

"Espero que el visado se suprima antes del verano o, de lo contrario, nos quedaremos sin un puñado de turistas", declara un director.

Para finales de la primavera o principios del verano el Asunto Exterior será ya probablemente otro, pero tendrá también carácter pesquero, según temen los responsables del ministerio. El 30 de abril vence el acuerdo pesquero con Marruecos sin que la Comisión Europea haya podido hasta empezar a negociar uno nuevo con Rabat.

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