ARCO 95

Entre lo convencional y lo diferente

La docena de galerías norteamericanas que han sido invitadas bajo el lema Estados Unidos en Arco intentan ofrecer una visión panorámica de su actividad artística que, de entrada, pretende dar la imagen de diversidad y pluralidad propia de la mezcla de etnias, actitudes ideológicas y particularidades geográficas de tan extenso país. En este sentido, podemos contemplar obras de muy diferentes géneros, desde la tradicional pintura sobre lienzo o las diferentes técnicas de grabado hasta piezas objetuales o videoinstalaciones.

Sin embargo, parecen detectarse claramente dos criteri...

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La docena de galerías norteamericanas que han sido invitadas bajo el lema Estados Unidos en Arco intentan ofrecer una visión panorámica de su actividad artística que, de entrada, pretende dar la imagen de diversidad y pluralidad propia de la mezcla de etnias, actitudes ideológicas y particularidades geográficas de tan extenso país. En este sentido, podemos contemplar obras de muy diferentes géneros, desde la tradicional pintura sobre lienzo o las diferentes técnicas de grabado hasta piezas objetuales o videoinstalaciones.

Sin embargo, parecen detectarse claramente dos criterios, por un lado el de las galerías que presentan obras de artistas consagrados, como las Pace Wildenstein, Laura Carpenter y John Weber y, por otro, el de las que muestran trabajos. de artistas nuevos, arriesgando una visión que apunta hacia la idea de la pluralidad diferenciadora. En las primeras se pueden contemplar, como botones de muestra, una o dos obras de artistas ya conocidos entre nosotros como Agnes Martin, Richard Serra, Sol Lewitt, Dan Flavin, Claes Oldenburg, Roy Lichtenstein o Donald Judd, por mencionar Sólo a algunos.

Se trata en general de obras de repertorio, de formato más bien pequeño y totalmente convencionales, a excepción, tal vez, de una escultura de Joel Shapiro, un cuadro de Julian Schnabel y otro de Ed Ruscha y un conjunto de cinco sutiles telas rojas de Jameis Lee Byars.

De entre los segundos cabe destacar unos ingeniosos collages de Gary Brotineyer, en Laurence Miller; unos pequeños cuadros con mucha pasta pictórica, de Leslie Wayne, en Jack Shainman, y unos sutiles grabados obra de John Cage y Tony Cragg, en Crown Point Press.

Por su parte, el arte feminista está representado por Nancy Spero y Ana Mendieta; la protesta está servida en unas fotografías dé la instalación pública de Alfredo Jaar; la violencia por la obra de Leon Galub, y el mal gusto por Manuel Ocampo.

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