El Congreso ratifica casi por unanimidad los acuerdos de la Ronda Uruguay

El Congreso de los Diputados aprobó ayer por amplísima mayoría -295 síes, un no y dos abstenciones sobre 298 votos- los acuerdos de la Ronda Uruguay para la liberalización del comercio mundial suscritos el pasado mes de abril por 124 países en Marraquech. España, una vez que el tratado lo ratifique también el Senado, se convertirá en socio fundador de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que comenzará a funcionar a partir del 1 de enero de 1995. La economía española se enfrenta así a su segundo gran reto de apertura comercial en menos de nueve años, aunque el impacto de la liberalización...

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El Congreso de los Diputados aprobó ayer por amplísima mayoría -295 síes, un no y dos abstenciones sobre 298 votos- los acuerdos de la Ronda Uruguay para la liberalización del comercio mundial suscritos el pasado mes de abril por 124 países en Marraquech. España, una vez que el tratado lo ratifique también el Senado, se convertirá en socio fundador de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que comenzará a funcionar a partir del 1 de enero de 1995. La economía española se enfrenta así a su segundo gran reto de apertura comercial en menos de nueve años, aunque el impacto de la liberalización prevista en esta Ronda es inferior al que tuvo la entrada en la Comunidad Europea en 1986.El ministro de Comercio y Turismo, Javier Gómez.-Navarro, expresó ayer su total satisfacción por el resultado de la votación para la ratificación de un acuerdo que confía "sea aprovechado por las empresas españolas incrementando su capacidad productiva". El impacto de la Ronda Uruguay se dejará notar progresivamente, dijo, puesto que todos los procesos de liberalización previstos en la misma son graduales (cinco años para los productos industriales, seis anos para los agrícolas y 10 para los textiles). España ya tiene plenamente liberalizado más de un 70% de su comercio, el que realiza en la actualidad con la UE.

Una de las medidas que pueden favorecer la competitividad de los productos españoles a la vez que evitaría "el mal llamado dumping social" sería "ahondar en la rebaja de las cotizaciones sociales y su compensación vía aumentos en el IVA", como recogen los Presupuestos para 1995. "España está por debajo de la media comunitaria en el tipo de IVA y en la banda alta de las cotizaciones sociales", dijo, "hay que buscar el equilibrio".

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