Nueva relación entre el mal de las 'vacas locas' y su equivalente humano

Un equipo de científicos italianos y alemanes ha identificado unas partículas similares a virus en el cerebro de personas que murieron a causa de la enfermedad degenerativa Creutzfeld-Jakob. Han dado a conocer el descubrimiento en la revista británica The Lancet pero advierten que estas partículas detectadas pueden ser el producto y no la causa de la enfermedad.La enfermedad de Creutzfeld-Jakob es una misteriosa enfermedad transmisible del mismo grupo a la que pertenece la encefalopatía espongiforme bovina, o enfermedad de las vacas locas que infectó al ganado en el Reino Unido. ...

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Un equipo de científicos italianos y alemanes ha identificado unas partículas similares a virus en el cerebro de personas que murieron a causa de la enfermedad degenerativa Creutzfeld-Jakob. Han dado a conocer el descubrimiento en la revista británica The Lancet pero advierten que estas partículas detectadas pueden ser el producto y no la causa de la enfermedad.La enfermedad de Creutzfeld-Jakob es una misteriosa enfermedad transmisible del mismo grupo a la que pertenece la encefalopatía espongiforme bovina, o enfermedad de las vacas locas que infectó al ganado en el Reino Unido. La enfermedad se manifiesta años después de que se produzca la infección y genera parálisis, ceguera, demencia y muerte.

A principios de este año, el mismo equipo científico, liderado por Heino Diringer, encontró particulas virales en el cerebro de hamsters que sufrían la versión animal de la enfermedad de Cretitzfeld-Jakob. Ahora han encontrado las mismas partículas, de un tamaño de dos tercios del de los virus más pequeños conocidos, en el tejido cerebral de cinco personas con la misma dolencia. Este grupo de enfermedades degenerativas está provocado por unas proteínas defectuosas, hasta ahora no identificadas, que pueden ser un tipo de virus lento, que difieren de las normales por la forma en que están plegadas y provocan cambios en estas últimas. Su descubridor, Stanley B. Prusiner (Universidad de California en San Francisco, EE UU), las denominó priones y el pasado jueves, precisamente por este hallazgo, recibió el galardón Albert Lasker, uno de los premios mas importantes del mundo de biología y medicina.

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