42 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Lana Turner: "Me gustan los hombres, pero como amigos"

El glamour del Hollywood de los años 40 y 50 llegó ayer al Festival de San Sebastián de la mano de Lana Turner aquella sugerente mujer que ha conseguido tener una vida marcada por el drama, el amor y la pasión. Su precario estado de salud le impidió realizar el tradicional descenso por la escalinata central del hotel María Cristina y optó por el ascensor. Sin embargo, el glamour venía con ella. Su sencillo traje pantalón de color casi blanco contrastaba con sus largas uñas de rojo intenso y los brillantes que adornaban su cuello y sus orejas. Tiene 74 años. y está muy delgada, pero tien...

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El glamour del Hollywood de los años 40 y 50 llegó ayer al Festival de San Sebastián de la mano de Lana Turner aquella sugerente mujer que ha conseguido tener una vida marcada por el drama, el amor y la pasión. Su precario estado de salud le impidió realizar el tradicional descenso por la escalinata central del hotel María Cristina y optó por el ascensor. Sin embargo, el glamour venía con ella. Su sencillo traje pantalón de color casi blanco contrastaba con sus largas uñas de rojo intenso y los brillantes que adornaban su cuello y sus orejas. Tiene 74 años. y está muy delgada, pero tiene un gran sentido del humor."Me gustan los hombres, pero como amigos. No quiero saber nada de papeles con ellos", dijo la mujer que ha contraído matrimonio siete veces y a la que se han conocido multitud de amantes de todas clases. "Hoy no lo haría (lo de casarse). Con siete maridos tengo suficiente, pero sí les digo que cada vez que me casaba me lo creía, porque yo era muy romántica. Después mis maridos cambiaban, venían los problemas de dinero y así terminaban los matrimonios", señaló la intérprete de cintas míticas como El cartero siempre llama dos veces o Cautivos del mal.

"Hollywood ha cambiado y no a mejor", señaló Lana Turner. "El glamour de Hollywood ya no existe y no volverá nunca. Hoy hay buenos directores con talento pero copian a otros grandes realizadores del pasado como Georges Cuckor; en cambio, los actores y las actrices ya no son lo mismo. No tienen lo que hace falta y van por ahí con unas pintas impresentables. No entienden que los actores estamos interpretando permanentemente un papel", se lamentó la actriz. Turner, que ayer recibió el Premio Donostia 1994, hizo alarde de una gran seguridad en sí misma al afirmar: "Hice todo lo que quise y lo que no hice fue porque no quise hacerlo".

Su simpatía la dejó a un lado cuando un periodista le preguntó si era verdad que había tenido una hija con Mickey Rooney, tal y como había afirmado el actor norteamericano hacía pocos días en San Sebastián. Se le cambió el rostro, lanzó un grito horror y escupió a un lado del estrado. Esa fue su respuesta. El glamour parece que la había abandonado, como el desodorante.

Muy marimandona, Lana Turner dió por finalizada su comparecencia ante la prensa de apenas media hora con un canto a la fe: "Tengo cáncer de garganta, es verdad, pero yo no lo siento. Dios está conmigo y mi fe es muy fuerte. Hoy estoy aquí y me encuentro muy alegre, tranquila y serena".

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