Reportaje:

Cinco condiciones para el diálogo

El presidente Ernesto Samper tomó posesión de su cargo el 7 de agosto y aprovechó la ocasión para manifestar que estaba dispuesto a dar una salida política a la guerra civil no declarada que sufre el país y dio un plazo de 100 días para que el Alto Comisionado para la Paz, Carlos Holmes, explore si hay o no condiciones para convocar a un diálogo con la guerrilla.Holmes presentó cinco puntos para iniciar una negociación: "Voluntad real de los alzados en armas; clima propicio para la opinión pública; disposición de muy distintos estamentos de la sociedad civil en el propósito de la reconciliació...

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El presidente Ernesto Samper tomó posesión de su cargo el 7 de agosto y aprovechó la ocasión para manifestar que estaba dispuesto a dar una salida política a la guerra civil no declarada que sufre el país y dio un plazo de 100 días para que el Alto Comisionado para la Paz, Carlos Holmes, explore si hay o no condiciones para convocar a un diálogo con la guerrilla.Holmes presentó cinco puntos para iniciar una negociación: "Voluntad real de los alzados en armas; clima propicio para la opinión pública; disposición de muy distintos estamentos de la sociedad civil en el propósito de la reconciliación nacional; que. el clima no sea coyuntural, sino permanente, y que haya conciencia, en todos los estamentos de la sociedad colombiana, en el sentido de que si se llega a unas negociaciones, el Gobierno sólo lo hará convencido de que existen las condiciones para que ellas terminen en un verdadero tratado de paz

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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que en el preámbulo del acceso al poder del nuevo Gobierno habían desatado una escalada de emboscadas y atentados -como el que cobró la vida del general Julio Gil, el militar de mayor rango implicado en la lucha contra los insurgentes-, enviaron un comunicado que expresa "voluntad de paz" y pidieron un primer encuentro público.

El nuevo Gobierno encontró dos informes que serán referencia para su futura intervención en el conflicto armado: un documento de la anterior Consejería para la Paz, según el cual los 31 millones de dólares que el Estado invirtió en la reinsercción de los 5.000 guerrilleros que dejaron las armas, equivalen a la quinta parte de lo que se estima que la Comisión Nacional Guerrillera obtuvo en 15193 mediante secuestros, extorsión y narcotráfico; y un balance de los últimos seis meses de enfrentamientos que dejaron 789 subversivos y 366 soldados y policías muertos.

En ese lapso de tiempo los alzados en armas tomaron 27 poblados y dinamitaron en 40 ocasiones los oleoductos.

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