Una ópera de Montsalvatge inaugura el Festival de Cadaqués
El estreno mundial de la ópera Babel 46 de Xavier Montsalvatge inauguró el pasado sábado el XXIII Festival de Cadaqués. Montsalvatge, autor de la música y el libreto, compuso su obra en los años 60 para presentarla a un premio de ópera convocado por el Gran Teatro del Liceo, que fue declarado desierto. Hoy, a sus 82 años, Xavier Montsalvatge está considerado como el compositor catalán vivo más importante, y la obra estrenada en Cadaqués es contemporánea de composiciones como Concerto capriccio y Concerto de l'Albayzín.Babel 46 narra el drama de la dificil convivencia entre diez p...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El estreno mundial de la ópera Babel 46 de Xavier Montsalvatge inauguró el pasado sábado el XXIII Festival de Cadaqués. Montsalvatge, autor de la música y el libreto, compuso su obra en los años 60 para presentarla a un premio de ópera convocado por el Gran Teatro del Liceo, que fue declarado desierto. Hoy, a sus 82 años, Xavier Montsalvatge está considerado como el compositor catalán vivo más importante, y la obra estrenada en Cadaqués es contemporánea de composiciones como Concerto capriccio y Concerto de l'Albayzín.Babel 46 narra el drama de la dificil convivencia entre diez prisioneros encerrados en un campo de concentración alemán en las horas precedentes a su puesta en libertad. El título de la obra proviene del hecho de que los personajes proceden de diversos países y se expresan en siete lenguas diferentes.
El tenor Josep Ruiz y la soprano Rosa Mateu, interpretaron los papeles protagonistas de Aristide y Berta. El bajo Josep Ferrer, las mezzosopranos Mercé Obiol, Núria Canals, y Cori Casanova, el tenor Francisco Vas y los barítonos Xavier Comorera y Xavier Mendoza, completaron el reparto. La dirección musical corrió a cargo de Ernest Martínez-Izquierdo y la escénica correspondió a Joan Anton Sánchez.
El aspecto más destacable de la representación lo constituyó sin duda el equilibro, a un nivel muy alto, de todas las partes, resultado de más de un mes de ensayos continuados. En contra de lo que suele suceder en los estrenos, y más en los estrenos absolutos de ópera contemporánea en donde no existe ningún tipo de referente interpretativo, no hubo indecisiones ni en las partes vocales -perfectamente cantables pero con líneas melódicas e intervalos difíciles que se apartan de los patrones habituales de la ópera tradicional-, ni en el cuidado movimiento escénico, ni en la compleja parte orquestal, ejecutada con gran precisión por miembros de la Orquestra de Cadaqués.