Entran en vigor las instrucciones para erradicar el fraude
El 1 de mayo de 1992 entró en vigor el actual reglamento taurino, en la tarde fatídica en la que el banderillero Montoliú perdió la vida. A los dos años, de nuevo en la Feria de Abril, comprobado el aumento de las prácticas fraudulentas y la ineficacia reglamentaria para atajarlas, se ponen en marcha unas instrucciones acordadas entre el Ministerio del Interior y las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias taurinas (País Vasco, Navarra, Cataluña, Valencia y Andalucía), con el objetivo de impulsar la lucha contra la manipulación de astas y de los extraños comportamientos ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El 1 de mayo de 1992 entró en vigor el actual reglamento taurino, en la tarde fatídica en la que el banderillero Montoliú perdió la vida. A los dos años, de nuevo en la Feria de Abril, comprobado el aumento de las prácticas fraudulentas y la ineficacia reglamentaria para atajarlas, se ponen en marcha unas instrucciones acordadas entre el Ministerio del Interior y las comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias taurinas (País Vasco, Navarra, Cataluña, Valencia y Andalucía), con el objetivo de impulsar la lucha contra la manipulación de astas y de los extraños comportamientos de los toros.Según explicó recientemente en Sevilla el subsecretario de Interior, Fernando Puig de la Bellacasa, esta iniciativa se debe al aumento alarmante de la manipulación fraudulenta de las astas en la temporada de 1993 y la necesidad de invertir esa línea ascendente para defender la pureza de la fiesta.
El propio subsecretario explicó esta situación por el rodaje lento en la aplicación de la Ley Taurina y del reglamento, aunque no quiso entrar en la evidente contradicción que suponen los datos oficiales y la realidad reconocida por el ministerio. Según los primeros, sólo se afeitaron 11 reses de las 7.300 lidiadas en 1992, y 40 de las 7.600 en 1993. Por lo que se refiere a Andalucía, donde se celebra más del 60% de los festejos taurinos del país, en 1992 se incoaron dos expedientes por afeitado y 10 en 1993.
Análisis de vísceras
El acuerdo recoge, también, el contenido de una orden ministerial del 30 de diciembre de 1993, publicada en el BOE el pasado 7 de marzo, sobre el examen de las vísceras de las reses y la toma de muestras para su análisis si se considera que presentan síntomas de haber ingerido sustancias tendentes a modificar artificialmente su comportamiento. Por ello, la autoridad deberá comprobar que las instalaciones de la plaza están dotadas del material regulado en la citada orden. Y señala que el laboratorio donde se realizarán los análisis será el del Servicio de Toxicología del Centro Nacional de Alimentación de Madrid.
Se reconoce el derecho de los espectadores a ser informados de las circunstancias de las reses aprobadas en los reconocimientos, y se expondrá al público el acta, en la que deberá constar si los toros se lidian bajo la responsabilidad del ganadero. En la corrida inaugural de la temporada sevillana, el pasado día 3, ya se cumplió esta instrucción: la autoridad dio a conocer que los toros de Torrealta segundo y quinto (correspondientes a Espartaco) se lidiaban bajo la responsabilidad del ganadero.
Por otra parte, se pretende acortar el tiempo que actualmente transcurre entre la incoación de un expediente sancionador y su resolución. Las sanciones impuestas una vez que sean firmes se harán firmes, pero nada impide que se facilite información sobre la iniciación del expediente.