Una bacteria sin piedad

La, bacterla Clostridium botulinum fabrica el veneno bacteriano más potente de los conocidos. Con sólo probar media cucharadita de judías infectadas, María Luisa Díaz lleva cuatro días con respiración asistida. Vicente Morant tragó una cucharada entera. Está gravemente enfermo, paralizado y con respiración artificial.El botulismo anula las órdenes nerviosas del cerebro y paraliza los músculos, lo que puede acabar con la respiración y los movimientos del corazón. La bacteria se adhiere al alimento en forma de espora, y entra con él en el envase. Al hacerse el vacio -y si no se esteriliza...

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La, bacterla Clostridium botulinum fabrica el veneno bacteriano más potente de los conocidos. Con sólo probar media cucharadita de judías infectadas, María Luisa Díaz lleva cuatro días con respiración asistida. Vicente Morant tragó una cucharada entera. Está gravemente enfermo, paralizado y con respiración artificial.El botulismo anula las órdenes nerviosas del cerebro y paraliza los músculos, lo que puede acabar con la respiración y los movimientos del corazón. La bacteria se adhiere al alimento en forma de espora, y entra con él en el envase. Al hacerse el vacio -y si no se esteriliza convenientemente el producto- segrega una sustancia altamente tóxica.

"El problema del botulismo es que a veces es imposible de detectar: en ocasiones, la bacteria se esconde tras el aspecto sano del alimento", explicó el director general de Salud del ministerio. Este es el alegato de Acico y Gigante Verde, las dos empresas que vendían sus judías bajo la marca DIA: "Si sabían mal, no es botulismo, pues éste no tiene olor ni sabor", dijo el gerente de Acico. Sin embargo, Sanidad asegura que a veces sí altera el sabor y el olor.

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