Lomba sube sobre tacones una colección sobria y vital

La Pasarela Cibeles concluye hoy

La ovación, si no más entusiasta sí más cálida y solidaria, fue ayer para Modesto Lomba. El rótulo de fondo Devota y Lomba que presidió el primer desfile en solitario de este diseñador vasco, resumía todo el avatar de su historia reciente en la costura y en la vida, tras la muerte de su socio Luis Devota, el pasado septiembre. Lomba presentó una colección sobria pero no sombría. Las dos primeras novias y la aparición casi contestataria de algunos tacones se mostraron ayer con Lomba y María Guardione en la Pasarela Cibeles de Madrid. Purificación García y Nacho Ruiz cerraron la jornada.

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La ovación, si no más entusiasta sí más cálida y solidaria, fue ayer para Modesto Lomba. El rótulo de fondo Devota y Lomba que presidió el primer desfile en solitario de este diseñador vasco, resumía todo el avatar de su historia reciente en la costura y en la vida, tras la muerte de su socio Luis Devota, el pasado septiembre. Lomba presentó una colección sobria pero no sombría. Las dos primeras novias y la aparición casi contestataria de algunos tacones se mostraron ayer con Lomba y María Guardione en la Pasarela Cibeles de Madrid. Purificación García y Nacho Ruiz cerraron la jornada.

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Ya lo había advertido Lomba: "No quiero que mi colección refleje luto. Sólo el negro, color habitual en su paleta, permitió pensar en duelo. Sin embargo, el espíritu no dejó de ser sobrio pero muy vivo, incluso con un cierto desmelene en profundos escotes que dejaban ver insinuantes pechos. La rigidez de las turgencias de una de las modelos provocó un comentario en voz baja: "Es silicona total". En realidad parecían dos naranjas de perfección esférica.La estrechez y el entalle de trajes y faldas fueron en cuanto al estilo el argumento de la colección de Modesto Lomba, que, a pesar de esa presencia puntual de los escotes, incidía en un cierto recato turbador. Esto provocó que el caminar de las modelos más que quebrado se volviera ondulante, dada la dificultad del paso posible. Camisas siempre blancas, sobre las que funcionaron el negro, gris y los azules y verdes desvaídos primaron en un conjunto, donde es obligatorio destacar los coordinados que tienen muy en cuenta la cintura de la mujer.

La sobriedad dio paso a la suavidad envolvente de María Guardione. Con piano en directo y pianista ataviada con elementos de la colección, en la oferta de la diseñadora conquense se concretó una opción dirigida al mercado medio. Este aspecto quizá justificó su heterogeneidad, tanto en línea como en tejidos. Sus primeros trajes, estrechos cilindros, lucieron un armónico colorido de calderos, azules y granates. Destacó Guardione con capas y abrigos muy minis, al lado de largas faldas y chaquetas desarticuladas sin forrar.

La gallega radicada en Barcelona, Purificación García, hizo de nuevo de la contradicción su canon estilístico: grande y pequeño, ancho o estrecho y corto o largo. Por último, el arquitecto madrileño Nacho Ruiz presentó una colección muy justificada en la teoría, donde primó la funcionalidad y una imaginación acoplada al comercio. La Pasarela Cibeles se clausura hoy.

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