Todo crudo

Si 1994 empezó con los detonadores en las playas de Bretaña (Francia), 1993 comenzó con una marea negra. El pasado fin de semana se ha cumplido un Año del derrame de crudo que provocó el buque Braer en las islas Shetland del Sur, al norte de Escocia (un mes antes, la costa gallega había padecido la contaminación del carguero Aegean Sea). La organización ecologista Greenpeace aprovecha ambos casos para criticar que la regulación marítima está muy cruda todavía. "Estos proyectos se limitan a aparentar que se hace algo para, al final, no hacer nada", dice su portavoz, Juan López de ...

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Si 1994 empezó con los detonadores en las playas de Bretaña (Francia), 1993 comenzó con una marea negra. El pasado fin de semana se ha cumplido un Año del derrame de crudo que provocó el buque Braer en las islas Shetland del Sur, al norte de Escocia (un mes antes, la costa gallega había padecido la contaminación del carguero Aegean Sea). La organización ecologista Greenpeace aprovecha ambos casos para criticar que la regulación marítima está muy cruda todavía. "Estos proyectos se limitan a aparentar que se hace algo para, al final, no hacer nada", dice su portavoz, Juan López de Uralde. "Se ha hecho el inventario de zonas costeras sensibles, y ahí se ha quedado todo".Greenpeace recuerda que cada año pasan por Finisterre 60.000 barcos con sustancias peligrosas; y 12.000 petroleros por el Estrecho de Gibraltar. Y que de los cuatro millones de toneladas de petróleo que se vierten al mar cada año, el 90% corresponde a la limpieza de tanques. "Nadie ha hecho nada contra eso", recalca López de Uralde. "La contaminación marítima es muy grave a diario; lo que pasa es que sólo llegan al conocimiento público los accidentes".

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La organización ecologista critica que a menudo se ven los barcos dejando una estela de petróleo según van saliendo del puerto, procedente de la limpieza de tanques. El desaguisado se produce a pesar de la regulación del Convenio MARPOL de 1978, elaborado por la Organización Marítima Internacional (OMI); organismo que empezó a funcionar en 1958 y sobre el que recaen las últimas responsabilidades sobre el tráfico marítimo mundial.

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