González espera el espaldarazo de los doce a su reforma del mercado laboral

Felipe González confía en que las conclusiones de la cumbre europea de jefes de Estado y de Gobierno de hoy y mañana supongan un espaldarazo para la reforma del mercado laboral español. El presidente del Gobierno español espera también recibir apoyo para otras medidas complementarias que actualmente baraja tendentes, todas ellas, a hacer más competitiva la economía española. Antes incluso de que lo hagan los responsables gubernamentales, los líderes socialistas comunitarios adoptaron ayer una declaración que coincide en gran medida con las ideas y proyectos del presidente del Gobierno español....

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Felipe González confía en que las conclusiones de la cumbre europea de jefes de Estado y de Gobierno de hoy y mañana supongan un espaldarazo para la reforma del mercado laboral español. El presidente del Gobierno español espera también recibir apoyo para otras medidas complementarias que actualmente baraja tendentes, todas ellas, a hacer más competitiva la economía española. Antes incluso de que lo hagan los responsables gubernamentales, los líderes socialistas comunitarios adoptaron ayer una declaración que coincide en gran medida con las ideas y proyectos del presidente del Gobierno español.Nada más llegar ayer a mediodía a la capital belga, González alabó sin matices el famoso Libro Blanco del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, sobre competitividad, crecimiento y empleo que servirá de base a la discusión de los jefes de Gobierno de los Doce.

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"Es", dijo González, "un buen diagnóstico de la situación europea, estrucural, coyuntural y tecnológica. Estamos a favor de apoyarlo con instrumentos financieros", "Me parece prudente la aproximación en cuanto a volumen de inversiones" propuesta por Delors y que alcanza 1,25 billones de pesetas anuales para infrastructuras. El dinero se obtendría de la emisión de obligaciones y bonos convertibles por parte de instituciones comunitarias, dijo.Medidas financierasEn los encuentros que mantuvo este otoño con sus colegas europeos González había expresado el temor de que el Libro Blanco fuese una recopilación de medidas a tomar para luchar contra el paro, que en 1994 padecerán 20 millones de personas en la Unión Europea (UE), pero que no estuviese respaldado por medidas financieras que garantizasen su eficacia. De ahí su alivio ante la proposición de Delors.

Los dirigentes socialistas europeos celebraron ayer su tradicional reunión en vísperas de la cumbre, en la que también secundaron el documento de Delors. "Tiene todo nuestro apoyo", declaró el presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PSE), el belga Willy Claes.

El jefe del Gobierno español sí intervino, en cambio, a puerta cerrada en la reunión del PSE. Sostuvo que la reducción de la semana laboral a cuatro días o incluso a menos de 40 horas no podía ser generalizada a la UE, a un país y ni siquiera a un sector industrial. En sintonía con las preocupaciones de González, la declaración final de los dirigentes del PSE "invita a los sindicatos a comprometerse en un nuevo papel constructivo" que pasa por aceptar una mayor flexibilidad del mercado de trabajo.

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