El sistema de calificación perjudica a los mejores alumnos en la selectividad

La forma de puntuación es injusta; según diversos profesores

Tener un 8,5 de media en el expediente de bachillerato es un mérito notable que de nada sirve a un alumno a la hora de la selectividad, como tampoco le sirve un 9,9. Ni siquiera un 10. La norma de calificar que se aplica establece que, tenga la nota que tenga, sólo se le computará como media de sobresaliente un 9; un 7,5 como media de notable; un 6,5, por un bien y 5,5 por suficiente. El estudiante que tenga un 5 un 6 o un 7 sale ganando. La fórmula, según cálculos matemáticos, beneficia la mediocridad y perjudica a los alumnos brillantes.

Josep F. no tuvo mucha suerte en el examen de s...

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Tener un 8,5 de media en el expediente de bachillerato es un mérito notable que de nada sirve a un alumno a la hora de la selectividad, como tampoco le sirve un 9,9. Ni siquiera un 10. La norma de calificar que se aplica establece que, tenga la nota que tenga, sólo se le computará como media de sobresaliente un 9; un 7,5 como media de notable; un 6,5, por un bien y 5,5 por suficiente. El estudiante que tenga un 5 un 6 o un 7 sale ganando. La fórmula, según cálculos matemáticos, beneficia la mediocridad y perjudica a los alumnos brillantes.

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Josep F. no tuvo mucha suerte en el examen de selectividad. Sacó un 5,10. Pero sus problemas no derivan de ahí. Si se le hubiera calculado la media del expediente con las notas reales obtenidas en cada asignatura hubiera llegado a las puertas de la universidad con un 8,54. El sistema de conversión al que obliga el Ministerio de Educación MEC -según la resolución de 15 de febrero de 1985 publicada en el BOE del 5 de marzo- dejó su expediente, sin él comerlo ni beberlo, con un 7,93. Si se le hubiera puntuado con sus notas reales hubiera obtenido una puntuación final, tras la selectividad, de 6,82, suficiente para acceder a los estudios que quería: Arquitectura. La nota de acceso adjudicada, un 6,33, no le permitió entrar."El resultado de la media entre el expediente y la selectividad no es fiable" se lamenta José Ortigosa, matemático y catedrático de instituto "porque es imposible sumar adjetivos y números". Ortigosa, uno de los profesores que ha denunciado este sistema, considera "incorrecta" la forma de evaluación valorativa "al entrar en juego la selectividad, en la que el alumno depende hasta de las centésimas para obtener no ya la plaza solicitada en primera opción, sino cualquier plaza".

La situación es la siguiente: el profesor, al finalizar el curso, tiene que calificar con un adjetivo la nota media de todas las pruebas efectuadas por él alumno. Cada una de éstas ha sido puntuada con una cifra del 1 al 10 y, en la mayoría de los casos, con décimas, de manera que, por ejemplo, el estudiante que tenga un 7,90 un 7,80, un 8,50, un 8,10 y un 8,30 en los exámenes parciales, y, por lo tanto, una nota media de 8,10, será calificado con un notable.

El problema surge cuando aparece la selectividad en el horizonte y con ella la competencia entre alumnos que aspiran a acceder a los mismos estudios.

Al estudiante no le basta con aprobar para ingresar en la universidad y la carrera deseada, sino que ha de obtener una puntuación más alta que sus colegas que quieran entrar en la misma facultad.

La calificación que le permite o le impide cursar -los estudios elegidos resulta de sacar la media entre las notas del expediente académico, que son valorativas, y la del examen de selectividad, que es numérica. En consecuencia, para poder calcular este promedio es indispensable traducir la puntuación del expediente a una cifra. Y es precisamente ahí donde se produce la distorsión, ya que la conversión debe atenerse a las reglas del MEC.

Así, por ejemplo, la calificación de 8,40 que tendría un hipotético alumno de COI, si las 32 asignaturas cursadas en la enseñanza superior ocho en cada uno de los cuatro cursos hubieran sido calificadas numéricamente se va distorsionando progresivamerite y acaba convirtiéndose finalmente en un 7,88 al traducirse cada una de las notas de las materias de acuerdo con el baremo establecido por el MEC.

El catedrático de matemáticas José Ortigosa aboga por las calificaciones numéricas en todo caso, "si no con décimas de punto, sí al menos con medios puntos", para que la media se aproxime lo más posible a la nota real.

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