Arqueólogos egipcios hallan cerca de Giza la tumba del supervisor de los carros de Ramsés II

Arqueólogos egipcios han hallado una tumba subterránea de 3.200 años de antigüedad cerca de las pirámides de Giza, y creen que el sepulcro podría formar parte de una gran necrópolis hasta ahora desconocida. "Estamos frente a un enorme descubrimiento", ha manifestado el director de la Organización Egipcia de Antigüedades (OEA), Mohammed Ibrahim Bakr. Según las inscripciones halladas en la tumba, ésta fue construida para el noble Nakh-Min, que ostentaba los títulos de "supervisor de los carros" y "mensajero de las tierras extranjeras" durante el reinado de Ramsés II.

La tumba, decorada co...

Arqueólogos egipcios han hallado una tumba subterránea de 3.200 años de antigüedad cerca de las pirámides de Giza, y creen que el sepulcro podría formar parte de una gran necrópolis hasta ahora desconocida. "Estamos frente a un enorme descubrimiento", ha manifestado el director de la Organización Egipcia de Antigüedades (OEA), Mohammed Ibrahim Bakr. Según las inscripciones halladas en la tumba, ésta fue construida para el noble Nakh-Min, que ostentaba los títulos de "supervisor de los carros" y "mensajero de las tierras extranjeras" durante el reinado de Ramsés II.

La tumba, decorada con pinturas, está excavada en la ladera cubierta de arena de un saliente rocoso que se alza sobre el pueblo de Abu Sir, a 12 kilómetros al suroeste de la explanada de Giza. El recinto consiste en un patio enlosado de piedra caliza, una habitación cortada en la roca al mismo nivel y una serie de cuatro cámaras debajo que se extienden profundamente en el interior de la colina.La tercera de estas cámaras, subterráneas, de unos cuatro metros cuadrados por 1,5 metros de altura, esta decorada con figuras de dioses con cabezas de animal e inscripciones. Las pinturas son representaciones del Libro de las puertas, un libro (le oraciones para guiar al alma del difunto a través del inframundo. Los expertos han señalado que es la primera vez que se encuentran inscripciones de dicho libro en una tumba en la zona de Sakkara-Giza.

Las pinturas, dibujadas sobre yeso, están perfiladas en negro. En contra de lo usual, no están coloreadas y parecen inacabadas, como si Nakh-Min hubiera muerto repentinamente y la tumba hubiera sido dispuesta con rapidez. El sepulcro, en el que no hay ataúd ni ajuar funerario, fue hallado hace tres semanas, cuando habitantes de Abu Sir localizaron un agujero que conducía a la estancia superior. Actualmente, se procede a apuntalar el techo de la cámara de las pinturas.