Montero acusa a los dos procesados de ser autores del asesinato de Brouard

El abogado Txema Montero, representante de la acusación particular en el sumario abierto por la muerte del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, acusa a los dos procesados, Rafael López Ocaña y Juan José. Rodríguez Díaz, el francés, de ser autores del asesinato de Brouard. En el escrito de acusación presentado ayer a la Audiencia de Bilbao, Montero pide para López Ocaña una pena total de 35 años de prisión por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, y para Rodríguez Díaz, 27 años por ser presuntamente responsable, en concepto de autor por cooperación necesaria,...

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El abogado Txema Montero, representante de la acusación particular en el sumario abierto por la muerte del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, acusa a los dos procesados, Rafael López Ocaña y Juan José. Rodríguez Díaz, el francés, de ser autores del asesinato de Brouard. En el escrito de acusación presentado ayer a la Audiencia de Bilbao, Montero pide para López Ocaña una pena total de 35 años de prisión por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, y para Rodríguez Díaz, 27 años por ser presuntamente responsable, en concepto de autor por cooperación necesaria, del asesinato.

La pena de prisión solicitada para el francés eleva la demandada. por el fiscal jefe de la Audiencia de Bilbao, Jesús Cardenal, quien pidió 18 años de reclusión para Rodríguez Menéndez como presunto cómplice del crimen. Montero señala que fue el francés quien suministró las armas empleadas en el asesinato y quien las manipuló y borró los números de fabricación.

Según recoge el escrito de calificación, Rodríguez Díaz "supo que el destino de las armas era cometer uno o varios asesinatos y aún más concretamente el de un médico etarra en Bilbao".

En su escrito, el abogado que representa a la viuda de Brouard, María Teresa Aldámiz, relata que el 20 de noviembre de 1984 Rafael López Ocaña, "en compañía de otra persona a la que no se juzga en este procedimiento", se dirigió a la consulta de Pediatría de Brouard "con el propósito de causarle la muerte". Y añade que cuando Brouard abrió la puerta de su despacho López Ocaña y su acompanañante dispararon, al menos, seis proyectiles que le causaron la muerte instantánea.

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