CERCO A GADDAFI

Trípoli promete aplicar la ley del talión

La comunidad internacional obedeció ayer el mandato de la ONU y no permitió que los aviones libios atravesaran el espacio aéreo de ningún país, ni siquiera de los árabes, como Egipto o Túnez. Las autoridades de Trípoli guardaron silencio hasta bien entrada la tarde, cuando indicaron que actuarán "con reciprocidad ante la expulsión de diplomáticos y que no expedirán billetes de las líneas aéreas libias para salir del país a los ciudadanos de las naciones que no consientan el derecho de aterrizaje de esta compañía. El secretario general de la ONU, el egipcio Butros Gali, dijo que aún persigue un...

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La comunidad internacional obedeció ayer el mandato de la ONU y no permitió que los aviones libios atravesaran el espacio aéreo de ningún país, ni siquiera de los árabes, como Egipto o Túnez. Las autoridades de Trípoli guardaron silencio hasta bien entrada la tarde, cuando indicaron que actuarán "con reciprocidad ante la expulsión de diplomáticos y que no expedirán billetes de las líneas aéreas libias para salir del país a los ciudadanos de las naciones que no consientan el derecho de aterrizaje de esta compañía. El secretario general de la ONU, el egipcio Butros Gali, dijo que aún persigue un acuerdo pacífico.

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En las capitales europeas se sucederon ayer las expulsiones de los representantes diplomáticos del régimen del coronel Muammar el Gaddafi, que se niega a entregar a EE UU o el Reino Unido a los dos sospechosos de haber volado un avión de la compañía norteamericana Pan Am, en 1988, cuando volaba sobre la localidad escocesa de Lockerbie.Washington, sin embargo, no se dio mucha prisa en hacer efectivas las sanciones, tal vez porque no tiene relaciones con Trípoli, ni los aviones libios vuelan a EE UU. El presidente George Bush tenía previsto firmar anoche la orden de aplicación.

Un portavoz de las líneas aéreas liblas destacó que, a pesar del embargo, proseguiría el programa de vuelos internacionales, pero que a los ciudadanos británicos, italianos, alemanes, austriacos, húngaros, griegos, egipcios y tunecinos no se les permitiría viajar en esa compañía. "No serán entregados billetes de salida a los ciudadanos de esos países que han negado a nuestros aviones el aterrizaje en sus aeropuertos y no se les prestarán nuestros servicios", indicó el portavoz.

El embargo es únicamente aéreo. De ahí que los autobuses que unen Trípoli con El Cairo se triplicaran ayer. Las dos compañías egipcias que efectúan este servicio han comunicado su intención de aumentar el número de viajes tanto como la demanda lo exija. Las líneas aéreas líbias van también a aumentar sus vuelos a la ciudad de Tobruk, a 150 kilómetros de la frontera con Egipto. Y el transbordador que une Trípoli con la isla de Malta, multiplicará su servicio.

Gali busca una salida

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Butros Gali, secretario general de Naciones Unidas, que se encuentra de visita oficial en Pekín, dijo que su obligación es velar porque las sanciones se cumplan. Pero añadió que no dejará de luchar por encontrar una solución al conflicto que enfrenta a Libia con Estados Unidos, el Reino Unido y Francia. "Tengo un papel de catalizador. Por mi parte he hecho cuanto estaba en mi mano y lo seguiré haciendo", declaró Gali, que no quiso referirse a por qué China -miembro permanente del Consejo de Seguridad- había cambiado su postura desde oponerse a las sanciones hasta abstenerse el día de la votación.

Suiza, uno de los poquísimos países que no es miembro de Naciones Unidas, al igual que hiciera en la guerra del Golfo rompió ayer su tradicional neutralidad y anunció que, a partir del mediodía de hoy, aplicará las sanciones decretadas por la ONU. En un comunicado emitido por el Consejo Federal (Gobierno) se indica que la "necesidad de tomar parte activa en la lucha contra el terrorisrno" ha sido más fuerte que la neutralidad.

De poco sirvió a los libios que las sanciones suizas no entraran en vigor hasta hoy. Al Boeing 727 que realizaba el vuelo Trípoli-Zurich le fue comunicado que no podría cruzar el espacio aéreo italiano para dirigirse a su destino. Dos cazas F-104S despegaron de una base siciliana con la orden de impedir que al aparato se acercara. A 16 millas naúticas del espacio aéreo italiano, el avión dio media vuelta.

Casi al mismo tiempo, un Airbus 300 que realizaba el vuelo Trípoli-El Cairo tropezó con idéntico problema. Las autoridades egipcias no le permitieron cruzar su espacio aéreo. Los vuelos con destino a Malta y Túnez no despegaron de Trípoli.

"Injusto cerco internacional"

Los editoriales de los principales periódicos de las capitales árabes arremetían ayer contra el "injusto cerco internacional" impuesto a Libia, pero no pudieron impedir que incluso los Gobiernos que criticaron con mayor dureza la resolución que preveía las sanciones las aplicaran.

"Nadie puede pedir a Libia que se pliegue a la voluntad de los países occidentales, pero tampoco se le puede solicitar que desafie a todos", señalaba el diario cairota Al Ahram. "No se trata de que Libia entregue a los sospechosos, sino de que existe un plan premeditado para castigar a Libia y acabar con su posición árabe nacionalista", indicaba el sirio Tichrin.

Comenzando por Roma y París, que expulsaron cada uno a seis de los diplomáticos libios acreditados ante sus Gobiernos, y continuando por Suecia, que expulsó a cinco, Bélgica a tres, Alemania a dos y España, Dinamarca y Japón a uno, las representaciones del régimen de Gaddafi fueron mermadas considerablemente. Estados Unidos anunció anoche la expulsión de tres miembros de la representación de Libia ante la ONU.

Además, varios Gobiernos han restringido el movimiento de los diplomáticos libios a 30 kilómetros alrededor de la capital.

El embargo decretado por la ONU afecta también a la venta de armamento y de material aeronaval pero no al petróleo, base de la economía libia.

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