Scott y Depardieu ruedan 'Colón' en secreto

Polémica política y protestas ciudadanas en Cáceres frente al silencio del equipo de cine

El cineasta británico Ridley Scott esconde el rodaje de Columbus en un bunker. Mientras, en Cáceres se han sucedido enfrentamientos de los políticos locales a causa de la película, protestas de ciudadanos, de los medios de comunicación y de los propios figurantes, que piden aumento de salario. Ridley Scott y Gérard Depardieu no hablan, y el actor francés regatea su imagen a los fotógrafos, que han tenido que captarlo por sorpresa vestido de Colón.

Un extremado dispositivo de control impide el acceso al rodaje: calles y plazas de la ciudad medieval. Decenas de policías municipales, nacio...

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El cineasta británico Ridley Scott esconde el rodaje de Columbus en un bunker. Mientras, en Cáceres se han sucedido enfrentamientos de los políticos locales a causa de la película, protestas de ciudadanos, de los medios de comunicación y de los propios figurantes, que piden aumento de salario. Ridley Scott y Gérard Depardieu no hablan, y el actor francés regatea su imagen a los fotógrafos, que han tenido que captarlo por sorpresa vestido de Colón.

Un extremado dispositivo de control impide el acceso al rodaje: calles y plazas de la ciudad medieval. Decenas de policías municipales, nacionales, guardas jurados y miembros del equipo controlan las entradas, con orden rotunda de impedir el paso a periodistas y fotógrafos. "Somos mandados, comprended"."Han tomado Cáceres, nos quitan la ciudad", gritaba un enfadado ciudadano en el Arco de la Estrella. Ninguna entrevista, ninguna toma de escenas. La gobernadora civil, Alicia Izaguirre, sí pudo asistir como invitada a la filmación de la quema de unos herejes por la Inquisición. En su presencia, una voz se oyó entre decenas de figurantes: "¿A qué hora cerramos?". Y campesinos, frailes, soldados y plañideras respondieron a coro: "¡A las tres!" "¿Y por qué?", volvió a preguntar la misma voz. "¡Por orden gubernativa!" Era el recordatorio de los incidentes habidos en Cáceres con motivo del cierre de los establecimientos a las tres de la madrugada por orden de Alicia Izaguirre.

Un día después se produjo un plante: los extras reivindicaban más jornal y menos trabajo. "Cinco mil pesetas por 14 horas de trabajo es una pasada", se quejaba Rafael, disfrazado de mendigo. "Tened cuidado con los caballos, nos gritaban, más preocupados de los animales que de nosotros", decía Antonio, un parado de Casar de Cáceres, que se refirió al PER (subsidio rural): "Casi nos pagan lo mismo, y allí trabajamos menos". El malestar explotó en la madrugada del jueves, cuando un extra se subió al estrado para arengar a sus compañeros, pidiendo un paro en protesta por los salarios. Cerca de 200 figurantes abandonaron el lugar, a razón de 15.000 pesetas por tres días de trabajo, 7.000 por jornada y 1.000 por la prueba de vestuario.

Columbus, conocido como "el Colón europeo", es un proyecto cinematográfico cofinanciado por el Reino Unido, Francia y España, con un presupuesto de 4.400 millones de pesetas, 800 de los cuales aporta el Ministerio de Cultura.

El actor francés Gérard Depardieu encarna a Cristóbal Colón, y en la nómina de españoles destacan Ángela Molina y Fernando Rey junto a Fernando Guillén Cuervo y Tony Cantó. El rodaje se inició el pasado día 2 en Cáceres, en medio de una gran expectación, cada vez más defraudada ante el distanciamiento del equipo de Columbus.

Sesión informativa

Los medios de comunicación locales y los desplazados hasta Cáceres han padecido la sequía informativa y gráfica de un rodaje cerrado al exterior. La presión de los periodistas y del Ayuntamiento ha conseguido que, finalmente, se programe una sesión informativa para el próximo miércoles en Trujillo.

Ante la negativa del Patronato de la Alhambra de permitir que las cámaras entraran en el recinto, Scott eligió Cáceres, que en la ficción será Granada. La ciudad extremeña se ha volcado con la película: una iglesia ha cambiado de color por exigencia del rodaje; las conducciones eléctricas han sido enterradas para favorecer las tomas; la Plaza Mayor cacereña se convirtió en un aparcamiento reservado en buena parte al equipo de la película; los policías nacionales y municipales hacen horas extras; las calles se cortan al tráfico; los visitantes no han podido entrar durante dos días a la iglesia de Santa María; la de la Preciosa Sangre sirvió como improvisado comedor para los extras...

"¿Y todo para qué?", pregunta un funcionario. El alcalde, Carlos Sánchez Polo, socialista, asegura que el rodaje dejará en la ciudad indirectamente unos 300 millones de pesetas, más la promoción exterior de un recinto monumental catalogado como el tercero de Europa y declarado Patrimonio de la Humanidad.

Sánchez Polo declaró ayer que por la utilización del espacio público el equipo de producción pagará 371.300 pesetas, cantidad que establece la aplicación de las tasas municipales por el concepto de uso de la vía pública.

"Nunca hemos hecho tanto el indio", dijo en un pleno la concejala popular Felicitas Cansado. "La única manera de pagar la generosidad de Cáceres es dejar trabajar a los medios de comunicación", señala un periodista.

El rodaje de Columbus continuará a partir de mañana en localizaciones próximas a la capital y en el conjunto monumental de Trujillo. Sigue sin conocerse la identidad e los actores que encarnarán a los Reyes Católicos.

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