LA CONFERENCIA DE MADRID

Shamir, cara a cara con una OLP invisible

Israel se sentará finalmente hoy, tras décadas de lucha y juramentos, ante una OLP invisible en el Palacio de Oriente para negociar, bajo fuerte presión norteamericana, un acuerdo que elimine la amenaza de una nueva guerra en Oriente Próximo. Salvo sorpresas de última hora, el primer ministro Isaac Shamir se verá cara a cara con palestinos que, sin decirlo, representan a la Organización para la Liberación de Palestina de Yasir Arafat (OLP). En la cabecera de la mesa en forma de T, y flanqueado por George Bush y Mijaíl Gorbachov, el jefe del Gobierno español, Felipe González, pondrá formalmente...

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Israel se sentará finalmente hoy, tras décadas de lucha y juramentos, ante una OLP invisible en el Palacio de Oriente para negociar, bajo fuerte presión norteamericana, un acuerdo que elimine la amenaza de una nueva guerra en Oriente Próximo. Salvo sorpresas de última hora, el primer ministro Isaac Shamir se verá cara a cara con palestinos que, sin decirlo, representan a la Organización para la Liberación de Palestina de Yasir Arafat (OLP). En la cabecera de la mesa en forma de T, y flanqueado por George Bush y Mijaíl Gorbachov, el jefe del Gobierno español, Felipe González, pondrá formalmente en marcha un proceso de paz que se inicia con la estrepitosa caída de un antiguo tabú: hoy, Israel no tiene más remedio que hablar con la OLP.

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La llegada de una delegación de la OLP a Madrid el mismo día que Shamir ponía pie en la capital española fue un magistral ejercicio de discreción. Prácticamente nadie, salvo una reducida delegación de la representación palestina y algunos funcionarios del Ministerio de Exteriores, dio la bienvenida a una decena de miembros de la OLP.Nabil Shaat, presidente de la Comisión Política del Consejo Nacional Palestino (Parlamento en el exilio) y uno de los principales asesores de Arafat, se hospeda en casa de amigos, al igual que el famoso poeta Mahmud Darwish. La duración de su visita es un secreto, pero la intención no podía ser más obvia: dar a la delegación palestina que compartirá asiento con los jordanos un apoyo simbólico en un momento tan crucial para el futuro del proceso de paz.

En los pasillos del hotel Victoria, donde se hospedan los interlocutores árabes de Shamir, se daba por descontado que Shaat, convertido en embajador personal de Arafat, sostendrá un contacto público con la delegación que encabeza Jalder Abdul Shafi.

En las habitaciones del Victoria, sin embargo, se debatía la fecha y hora de tan simbólico encuentro. En el peculiar juego de apariencias que se desarrollaba con más intensidad que nunca en vísperas de la inauguración del histórico encuentro de Madrid surgió un encendido debate entre los propios palestinos: unos que rían que la delegación oficial de la OLP se abrazara con los representantes "aceptables" para Israel en un esfuerzo por fortalecer el principio de que sólo la OLP es la legítima y única representante del pueblo palestino. Otros eran partidaros de postergar ese con tacto a fin de evitar una peligrosa provocación a Tel Aviv.

Uno de los 14 miembros de la delegación oficial palestina resumió el sentimimiento de confusión que reinaba anoche: "Todoes cuestión de apariencias", dijo. "Hay que ser ciego para no ver que los que vamos a la mesa negociaciones somos leales a la OLP. Y si el abstenerse de decirlo públicamente favorece la posibilidad de un diálogo que podría transformarse en positivo, entonces por qué no mantener la boca cerrada. Los israelíes saben quiénes somos y creemos que por el momento quizá es mejor dejarles que hagan la vista gorda", destacó. "De lo que se trata", añadió, "es de evitar que la presión interna en Israel obligue a Shamir a cumplir con su absurda promesa de no negociar jamás con la OLP. La OLP somos todos los palestinos".

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La maniobra tuvo, sin embargo, sus límites: fuentes palestinas y españolas dijeron que, bajo presión norteamericana, España había negado el visado a dos representantes de la OLP. Uno de ellos es Basam Abu Sharif, el otrora exponente del radical Frente Popular para la Liberación de Palestina que en los últimos dos años se ha convertido en la sombra de Arafat.

Faisal al Huseini y Hanan Ashraui sólo sonrieron ambiguamente cuando se les preguntó, en más de tres ocasiones, si entrarían en contacto con la delegación paralela de Nabil Shaat. El empeño palestino -era anoche tratar de restar importancia a las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Moshe Arens, que acusó a Ashraui de fomentar acciones violentas como las que provocaron la muerte de dos colonos judíos el lunes.

Arens dijo: "Sabemos que Ashraui formuló un llamamiento para una escalada de la violencia en los territorios ocupados. Aparentemente, los terroristas actuaron en función de esa exhortación".

Hanan Ashraui respondió airada: "Tomo persona y como portavoz del equipo palestino, he reiterado que rechazo la violencia y que apoyo la lucha no violenta contra la opresión. Moshe Arens y los líderes israelíes que me han calumniado y amenazado están tratando de desviar la atención internacional del tema básico: lograr una paz justa, cuya búsqueda nos trae a Madrid".

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