Fidel Castro exige a EE UU eliminar el bloqueo como señal de buena voluntad

El líder cubano Fidel Castro reiteró, poco antes de abandonar ayer la isla mexicana de Cozumel, donde participó el miércoles como invitado en una reunión con los presidentes del Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela), que la única señal de buena voluntad que Cuba podría recibir de Estados Unidos sería el levantamiento sin condiciones del bloqueo económico y la retirada de los marines de la base naval de Guantánamo.

En una conferencia de prensa, Castro esbozó la hipótesis de que con el futuro sistema de elecciones directas al Parlamento, la revolución pierda la mayoría. "Si la ...

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El líder cubano Fidel Castro reiteró, poco antes de abandonar ayer la isla mexicana de Cozumel, donde participó el miércoles como invitado en una reunión con los presidentes del Grupo de los Tres (Colombia, México y Venezuela), que la única señal de buena voluntad que Cuba podría recibir de Estados Unidos sería el levantamiento sin condiciones del bloqueo económico y la retirada de los marines de la base naval de Guantánamo.

En una conferencia de prensa, Castro esbozó la hipótesis de que con el futuro sistema de elecciones directas al Parlamento, la revolución pierda la mayoría. "Si la mayoría del pueblo no está con la revolución, la revolución puede perder el poder", declaró. Añadió que en ese caso se daría el fenómeno de "una revolución en minoría" que tendría que defenderse "desde la minoría, respetando. sus leyes, sus principios y sus resultados". Los candidatos, según decidió el reciente congreso del Partido Comunista, serán propuestos por las asociaciones de vecinos (controladas por los propios comunistas) pero votados mediante elección directa. Entretanto, a instancia de sus interlocutores de Cozumel, Castro tuvo que responder a una de las sugerencias más importantes que le hizo el Grupo de los Tres: el inicio de un diálogo directo entre Cuba y EE UU. En su encuentro con los periodistas, dijo, sin embargo, que su país seguiría llevando en solitario la bandera del socialismo y afirmó enfáticamente: "No he pedido ni una gota de petróleo".

La actitud de siempre

La actitud de Castro ante el Grupo de los Tres ha sido un calco de otras reuniones con mandatarios latinoamericanos, entre ellas los encuentros paralelos a la cumbre de Guadalajara, el pasado julio. Se le ha insistido reiteradamente en que procure hacer caminar su país hacia la democracia no sólo porque es una exigencia del nuevo orden mundial o un requisito indispensable para una integración plena en América Latina, sino porque está en juego su propia supervivencia política. Sin embargo, Castro ni siquiera ofreció respuestas a las solicitudes de personas próximas a él, como el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, invitado expresamente a la reunión de Cozumel para ayudar a entrar en razón al líder cubano. El escritor colombiano le dijo a Castro que las reformas son necesarias en Cuba y que lo que se pretende con estos encuentros es ayudarle desde la amistad para encontrar una salida pacífica que evite cualquier cambio violento.

De los presidentes del G-3 -Carlos Salinas de Gortari (México), César Gaviria (Colombia) y Carlos Andrés Pérez (Venezuela)-, el más intransigente con Fidel Castro fue el mandatario venezolano, que de entrada dejó claro que no habría ayuda económica de estos países hacia la isla. Sin embargo, Carlos Andrés Pérez afirmó también que Estados Unidos, por su cuenta, debe de poner fin al bloqueó económico que desde hace 30 años sufre la isla. Castro insistió en su propósito de no doblegarse ante la hegemonía norteamericana. "Los Estados Unidos se consideran los dueños del mundo. Están viviendo una euforia nacionalista. No se conforman con otro cosa sino con la cabeza de la revolución y con la de los revolucionarios", dijo.

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