Las cuentas del Estado-patrón

El futuro industrial de Asturias está hoy más que nunca en manos del Estado, el principal patrón de la región a través del sector público industrial.Las empresas públicas -Hunosa, Minas de Figaredo, Ensidesa y Santa Bárbara- han pasado de tener cerca de 55.000 trabajadores en 1980 a 38.457 en 1990, lo que supone una reducción del 30%. En opinión de las centrales CCOO y SOMA-UGT, "algunas reprivatizaciones, los ajustes en la capacidad productiva y el desarrollo de una política sectorial sin analizar sus efectos territoriales practicadas por los responsables del INI explican este proceso".
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El futuro industrial de Asturias está hoy más que nunca en manos del Estado, el principal patrón de la región a través del sector público industrial.Las empresas públicas -Hunosa, Minas de Figaredo, Ensidesa y Santa Bárbara- han pasado de tener cerca de 55.000 trabajadores en 1980 a 38.457 en 1990, lo que supone una reducción del 30%. En opinión de las centrales CCOO y SOMA-UGT, "algunas reprivatizaciones, los ajustes en la capacidad productiva y el desarrollo de una política sectorial sin analizar sus efectos territoriales practicadas por los responsables del INI explican este proceso".

La dependencia económica del Estado en Asturias se concreta en una participación directa e inducida del 20,6% en el empleo regional y del 40,8% en el peso del producto interior bruto (PIB) del Principado. Las pérdidas netas de puestos de trabajo en la región previstas por los sindicatos para los próximos años son alarmantes. A los ajustes del sector público se añadirán otros de grupos privados como Unión Explosivos, Duro Felguera, Enfersa, Ceasa, Naval Gijón, Juliana Constructora, Feve y el conglomerado de pequeñas empresas auxiliares. En conjunto, para el próximo bienio se prevé la destrucción de 45.000 empleos, dato en el que coinciden el Gobierno regional y los sindicatos.