Arqueología cordobesa

Ante el continuado deterioro del patrimonio arqueológico cordobés, queremos dejar constancia de nuestra más enérgica protesta por la destrucción permitida y consciente de los retos aparecidos en las obras que se vienen realizando para el acondicionamiento del trazado y estación del ferrocarril.En dichas obras han aparecido, durante el mes de abril, dos conjuntos arqueológicos de inestimable interés: una necrópolis (posiblemente medieval) y los restos monumentales de un gran edificio público romano (quizá el circo o el anfiteatro), esencial para desvelar el trazado y disposición urbana (extensi...

Ante el continuado deterioro del patrimonio arqueológico cordobés, queremos dejar constancia de nuestra más enérgica protesta por la destrucción permitida y consciente de los retos aparecidos en las obras que se vienen realizando para el acondicionamiento del trazado y estación del ferrocarril.En dichas obras han aparecido, durante el mes de abril, dos conjuntos arqueológicos de inestimable interés: una necrópolis (posiblemente medieval) y los restos monumentales de un gran edificio público romano (quizá el circo o el anfiteatro), esencial para desvelar el trazado y disposición urbana (extensión, suburbios, espacios públicos y lúdicos, etcétera) de la Córdoba romana.

Tras un supuesto seguimiento arqueológico de la ' s obras, obligado y necesario, y sin ninguna vigilancia que pudiera impedir el expolio de los restos, se ha producido a arrasar la memoria colectiva de los cordobeses, quienes parecen haber olvidado la tradición de la que son herederos. Esta destrucción podría haber tenido sentido en periodos precedentes, pero la solución a este conflito podía haber pasado por la recuperación de los restos o bien la integración de las estructuras dentro del proyecto definitivo de la estación.

Suponemos que, de acuerdo con la legislación vigente, la responsable directa de este atentado es la Delegación de ¿Cultura? y, en el marco de ella, su arqueólogo provincial. Una vez más los hechos demuestran el conflicto entre los intereses políticos y económicos y los culturales, que no debieran entrar en contradicción con los primeros. Las obras referidas son beneficiosas para el desarrollo de nuestra ciudad, pero en modo alguno pueden contribuir a su subdesarrollo cultural.

La honestidad profesional de aquellas personas de las que depende nuestro patrimonio está profundamente herida, y la ciudad se desangra poco a poco con acciones como ésta.-

y 66 firmas más.