POSGUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Siria se resiste a negociar directamente con Israel

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, ha fracasado en su intento de convencer al presidente sirio, Hafez el Asad, para que negocie de forma directa la paz con Israel, a pesar de sus siete horas de conversaciones. Baker y su homólogo sirio, Faruk al Chara, reconocieron además ayer que sus países divergen en la interpretación del terrorismo. Con todo, el enviado de EE UU aseguró ver "una ventana abierta a la paz" al término de su gira. El secretario de Estado llegó anoche a Moscú, donde permanecerá tres días en visita oficial.

"He visto un deseo serio de trabajar para alcan...

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El secretario de Estado norteamericano, James Baker, ha fracasado en su intento de convencer al presidente sirio, Hafez el Asad, para que negocie de forma directa la paz con Israel, a pesar de sus siete horas de conversaciones. Baker y su homólogo sirio, Faruk al Chara, reconocieron además ayer que sus países divergen en la interpretación del terrorismo. Con todo, el enviado de EE UU aseguró ver "una ventana abierta a la paz" al término de su gira. El secretario de Estado llegó anoche a Moscú, donde permanecerá tres días en visita oficial.

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"He visto un deseo serio de trabajar para alcanzar la paz. Existe un acuerdo para buscar un arreglo global al conflicto árabo-israelí", aseguró Baker, antes de salir hacia Moscú. En la capital siria, el emisario norteamericano mantuvo su reunión más larga de esta gira, durante la cual a visitado también Arabia Saudí, Egipto e Israel."Las diferencias sobre el terrorismo no tratan sobre el deseo común de combatirlo, sino sobre su definición", precisó el ministro sirio Al Chara durante la conferencia de prensa conjunta. Mientras para Washington los actos de violencia son puro terrorismo sin más explicaciones, Siria ha repetido en numerosas ocasiones que hay que distinguir entre "resistencia nacional", que es la lucha contra la ocupación, y el terrorismo, al que hay que combatir.

De todas formas, esta discrepancia resulta secundaria en el contexto del conflicto árabo-israelí. Este asunto, que al concluir la guerra del Golfo se ha revelado como el más urgente de la región, sigue enfrentando a EE UU con sus aliados árabes.

Conferencia internacional

Tanto Washington como Damasco están de acuerdo sobre la oportunidad de un arreglo de los problemas de la zona en el marco de las resoluciones de la ONU.Sin embargo, mientras Siria insiste -y así lo han reflejado estos días sus medios de comunicación- en la necesidad de una conferencia internacional de paz en Oriente Próximo, Baker ha intentado convencer a Asad de la conveniencia de negociar directamente con Israel.

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La Casa Blanca considera que tal conferencia sería "prematura", y, por tanto, "ineficaz" en las circunstancias actuales. Esta actitud ha llevado al ministro jordano de Asuntos Exteriores, Taher al Maseri, a acusar a EEUU de "intentar separar el problema árabo-israelí de la cuestión palestina". No todo han sido discrepancias en la entrevista de Baker con Asad. Ambas partes han encontrado un terreno de entendimiento en relación a Líbano, en el que tanto Washington como Damasco respaldan el acuerdo de Taif, que prevé una redistribución del poder en favor de la comunidad musulmana, frente a la actual hegemonía política de los cristianos maronitas.

Retirada israelí

Baker recibió en la mañana de ayer al jefe de la diplomacia libanesa, Fares Bues, quien pidió a su interlocutor garantías sobre el cumplimiento de la Resolución 425 de la ONU, para la retirada israelí del sur de Líbano. Bues pidió también a Baker compensaciones por la guerra, cuyas consecuencias han afectado tanto a su país como a Turquía o a Israel, dos de las naciones vecinas que están recibiendo ayuda de Washington por ese motivo.Baker dijo ayer a última hora de la tarde, poco después de llegar a Moscú, que la situación en Oriente Próximo será el tema principal de las conversaciones que mantendrá con los dirigentes soviéticos.

"Nunca Estados Unidos excluyó la posibilidad de realizar una conferencia" sobre Oriente Próximo "en el momento oportuno", manifestó Baker instantes antes de comenzar anoche la primera de las tres rondas de negociaciones programadas con el ministro de Exteriores soviético, Alexandr Besmértnij.

El jefe de la diplomacia soviética, por su parte, dijo que el 90% de las dos horas que duró la primera ronda "estuvo dedicado al problema de Oriente Próximo y a la situación creada en la zona del golfo Pérsico", a las ideas de como garantizar "un futuro seguro" para esa región.

Baker y Besmértnij también examinaron el problema de Afganistán, y comenzaron a debatir el tema de la reducción de armamentos, de cuyo progreso depende ante todo la futura cumbre entre los presidentes Mijaíl Gorbachov y George Bush. "En la etapa actual estamos llegando al final de la elaboración del acuerdo sobre armas estratégicas. El 98% del trabajo está prácticamente hecho", manifestó Besmértnij.

Armas convencionales

Las discrepancias en la interpretación de una serie de aspectos del acuerdo sobre armas convencionales seguramente también serán planteadas por Baker. Los norteamericanos consideran que es una violación del acuerdo haber trasladado una serie de unidades de tanques soviéticos tras los Urales y haber traspasado. tres divisiones motorizadas a la Marina de guerra. El Ministerio de Defensa de la URSS, en cambio, sostiene que se trata de cambios de estructura aprobados antes de la firma del acuerdo, y que, por tanto, no lo violan.Hoy Baker continuará sus conversaciones con Besmértnij y se entrevistará con Gorbachov. En la agenda del secretario de Estado, cuya visita durará tres días, figuran encuentros con los representantes de las repúblicas soviéticas, con Edvard Shevardnadze y con políticos reformistas. El líder ruso Borís Yeltsin está tratando de organizar una reunión aparte con Baker, a lo que éste parece reacio por considerar que puede ser mal interpretado por el Kremlin.

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