POSGUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Schwarzkopf dictará mañana a los iraquíes las condiciones para un alto el fuego permanente

El comandante supremo de la Operación Tormenta del Desierto, general Norman Schwarzkopf, junto con otros jefes aliados, deberá esperar hasta mañana, domingo, para dictar a una delegación militar iraquí los términos para convertir en permanente la suspensión provisional de hostilidades decretada el jueves por Washington, a la espera de la aprobación definitiva del alto el fuego por el Consejo de Seguridad. En principio, el presidente George Bush anunció que la reunión se iba a celebrar hoy, pero a última hora, los militares irakíes adujeron "razones técnicas" y solicitaron un aplazamiento de al...

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El comandante supremo de la Operación Tormenta del Desierto, general Norman Schwarzkopf, junto con otros jefes aliados, deberá esperar hasta mañana, domingo, para dictar a una delegación militar iraquí los términos para convertir en permanente la suspensión provisional de hostilidades decretada el jueves por Washington, a la espera de la aprobación definitiva del alto el fuego por el Consejo de Seguridad. En principio, el presidente George Bush anunció que la reunión se iba a celebrar hoy, pero a última hora, los militares irakíes adujeron "razones técnicas" y solicitaron un aplazamiento de al menos 24 horas, según informó el Departamento de Defensa pasadas las dos de la madrugada de hoy. Bush se escudó en "razones de seguridad" para no revelar el lugar de la entrevista, pero fuentes militares manifestaron que se celebraría en una base militar del sur de Irak, en la zona ocupada.

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El general Jalid [jefe de las fuerzas árabes], el general Schwarzkopf y otros jefes militares de la coalición se reunirán con representantes de Irak para discutir el regreso de los prisioneros y otras cuestiones militares relativas al alto el fuego. Por razones de seguridad no revelaremos el lugar del encuentro, pero éste es un paso importante para asegurar la victoria conseguida por nuestras fuerzas", dijo Bush en una conferencia de prensa celebrada ayer en la Casa Blanca.El presidente norteamericano, que en una intervención pública anterior había manifestado que "[con la victoria] Estados Unidos se ha sacudido el síndrome de Vietnam", declaró que, aunque ni Sadam Husein ni el territorio iraquí constituían "un objetivo para Estados Unidos", sin embargo, su caída "facilitaría el retorno de Irak a la comunidad de naciones amantes de la paz"

Bush eludió el tema de las responsabilidades penales por la agresión a Kuwait, pero advirtió que "nadie quedará exento de responsabilidad por crímenes de guerra".

Con relación a la posibilidad de que Sadam Husein pidiera asilo político en Argel, adelantada por el diario francés Le Monde, el presidente Bush manifestó que la información había sido desmentida ayer, en nombre de su Gobierno, por el embajador argelino en Estados Unidos, Abderahman Benfid.

Como recordó el presidente Bush, el principal punto de¡ orden del día de la reunión de mafiana entre los delegados de Irak y de la coalición -que, dada la magnitud de la derrota iraquí, recuerda las rendiciones incondicionales de Alemania y de Japón al final de la II Guerra Mundial- es el intercambio inmeditato de prisioneros de guerra, una de las condiciones impuestas por Bush para mantener el cese de hostilidades entre las fuerzas combatientes.

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El presidente norteamericano anunció el jueves, durante una entrevista en la Casa Blanca con el embajador de Kuwait en Washington, Saud Nasir Al Sabah, la aceptación por parte de Bagdad de las conversaciones entre las delegaciones militares de ambas partes para discutir formalmente los términos del alto el fuego.Para decretar un alto el fuego permanente, Irak tiene que aceptar otras cuatro condiciones impuestas por Bush: la localización exacta de las miles de minas terrestres y marítimas colocadas en territorio kuwaití y en las aguas del Golfo; la aceptación del, pago de reparaciones por la invasión de Kuwait, donde prácticamente todo el sistema de producción petrolífera ha sido destruido; una declaración oficial del Parlamento iraquí anulando la anexión de Kuwait decretada por Bagdad poco después de la invasión el pasado dos de agosto; y, por último, la suspensión total del lanzamiento de misiles Scud a los países de la zona, incluido Israel.

La no aceptación de cualquiera de estas condiciones llevaría implícita la reanudación de las hostilidades por parte de las fuerzas multinacionales, que siguen en estado de máxima alerta en posiciones defensivas, pero listas para reiniciar, si es necesarío, la oferísiva", según reiteró ayer en Riad el portavoz del mando central de la coalición, general de marines Richard Neal. El portavoz norteamericano anunció en su rueda de prensa diaria la reapertura del aeropuerto internacional de Kuwait al tráfico militar ayer y que esperaba que los vuelos de la coalicíón se reanudasen inmediatamente.

Reelección

El presidente Bush, cuya victoria militar sobre Irak le asegura prácticamente la reelección en 1992, consiguió ayer el mayor índice de popularidad conseguido en su historia por un presidente norteamericano desde que este país inventó las encuestas de opinión.Un sondeo publicado ayer por el periódico Usa Today le otorgaba un índice de aceptación del 91%, el más alto de toda la historia moderna de Estados Unidos. Un 72% de los encuestados se declaraba partidario de votar por Bush si la elección se celebrara ahora, sin importar quién fuera su contrincante. Bush supera incluso a su antecesor Harry S. Truman, cuyos índices de popularidad rozaron al 80% al final de la II Guerra Mundial.

La encuesta es igualmente favorable para los militares. Un 76% de los encuestados tiene más confianza en las Fuerzas Armadas norteamericanas que en lo congresistas (25%) o en los medios de comunicación de Estado Unidos (22%).

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