Proteger el patrimonio

Emmanuel de Margerie, presidente de Christie's para Europa, visitó la exposición de Madrid para apoyar esta iniciativa de la casa de subastas británica. Margerie, que ha sido embajador y director de Museos de Francia, es un gran defensor de la idea del patrimonio nacional. La proximidad de la Europa sin fronteras y el debate sobre la circulación de obras de arte son algunas de sus preocupaciones.El crecimiento del mercado del arte español ha despertado el interés de esta casa de subastas, y esta primera exposición es señal de una ampliación de sus operaciones. "Hemos dado un paso adelante en E...

Emmanuel de Margerie, presidente de Christie's para Europa, visitó la exposición de Madrid para apoyar esta iniciativa de la casa de subastas británica. Margerie, que ha sido embajador y director de Museos de Francia, es un gran defensor de la idea del patrimonio nacional. La proximidad de la Europa sin fronteras y el debate sobre la circulación de obras de arte son algunas de sus preocupaciones.El crecimiento del mercado del arte español ha despertado el interés de esta casa de subastas, y esta primera exposición es señal de una ampliación de sus operaciones. "Hemos dado un paso adelante en España con esta exposición", dice Margerie. "Es evidente que muchas cosas van a cambiar en Europa en los próximos años. El horizonte se ampliará en España y Francia, donde hay legislaciones muy restrictivas para el comercio del arte. Al mismo tiempo creo que las naciones tienen un deber fundamental hacia su herencia artística e histórica, y que es su obligación protegerla".

"Para mí existen ya dos periodos que serán decisivos para nuestras operaciones. El que precede al 1 de enero de 1993, con todos los primeros movimientos hacia la Europa sin fronteras, y lo que suceda después de esta fecha, cuando los elementos de lo que será un verdadero mercado común sean absorbidos práctica, intelectual y psicológicamente por sus miembros. Porque, por ahora, el mercado común significa sólo una visión teórica del futuro", afirma Margerie.

"Es importante que cada Gobierno dentro de la Comunidad Europea trate legítimamente de defender su patrimonio como custodios de la tradición histórica de su arte; pero también debemos ser conscientes de que con el tiempo habrá mayor mezcla de costumbres, de cultura y de pensamiento entre los miembros de la CE, y no sabemos qué cambios nos traerán, aunque esto sucederá muy lentamente".