Vida Sana, corazón con futuro

El abandono de la tradicionalmente saludable dieta mediterránea -pescado, legumbres y aceite de oliva- y la adopción de hábitos de alimentación importados -hamburguesas, bollería y en general productos de alto contenido en grasas saturadas- son la causa última que se encuentra detrás del aumento de los infartos en España, según informaron ayer miembros de la Fundación Hispana de Cardiología durante la presentación de la VI Semana del Corazón, que se celebra del 21 al 28 de este mes bajo el lema Vida sana, corazón con futuro. El 46% de los fallecimientos que se producen en España es consecuenci...

El abandono de la tradicionalmente saludable dieta mediterránea -pescado, legumbres y aceite de oliva- y la adopción de hábitos de alimentación importados -hamburguesas, bollería y en general productos de alto contenido en grasas saturadas- son la causa última que se encuentra detrás del aumento de los infartos en España, según informaron ayer miembros de la Fundación Hispana de Cardiología durante la presentación de la VI Semana del Corazón, que se celebra del 21 al 28 de este mes bajo el lema Vida sana, corazón con futuro. El 46% de los fallecimientos que se producen en España es consecuencia de las enfermedades cardiovasculares. Por esta causa muere un español cada 30 minutos.

En cuanto al índice de infartos, un estudio realizado en cerca de 200 hospitales españoles afirma que se produce una media de 20 diarios. En conjunto, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en Española, por delante de los accidentes de tráfico y del cáncer.Según manifestó Leandro Plaza Clemín, vicepresidente de la Fundación Hispana de Cardiología, "la única forma de contener la enfermedad es informar a la población de que debe mantener una alimentación sana, no fumar y hacer ejercicio".

Sin embargo, las condiciones no ayudan, y según aseguró Francisco Guijarro, ex presidente de la fundación, "concienciar y disponer a la población hacia una vida más sana a veces se convierte en una auténtica guerra de intereses".

Como un ejemplo de esto afirmaron que entre 1984 y 1989 en España aumentaron las importaciones de aceites láuricos (coco, palma y palmiste), que incrementan el precio del aceite de oliva, producto nacional reconocido en todo el mundo como cardiosaludable.

Colesterol y modernidad

Además, mientras en Estados Unidos intensas campañas publicitarias han conseguido disminuir el consumo de carnes, grasas y mantequillas, logrando que descienda el índice de enfermos del corazón, en España la dieta norteamericana se ha puesto de moda, ante la apatía de la Administración.Mientras el número de marcapasos implantados aumenta progresivamente, la edad de los afectados disminuye de forma alarmante, y el índice de colesterol -principal factor de riesgo- registrado en los ninos españoles alcanza tasas que rondan los límites marcados para los adultos.

Los dirigentes de la Fundación Hispana de Cardiología aseguraron que "nosotros podemos dar información a la Administración pero no podemos hacer nada más". Últimamente han mantenido contactos con el Ministerio de Agricultura para promover que los alimentos cardiosaludables lleven una etiqueta que lo indique.

"Es una lucha desigual", aseguró Francisco Guijarro. "¿Cuántos millones necesitaríamos para equiparar con publicaciones saludables la publicidad de alimentos y hábitos contrarios a la salud?".

Como en años anteriores, durante la VI Semana del Corazón el público dispondrá de un teléfono permanente y gratuito de consultas -el 900 13 11 33- y de un centro cardiovascular en la plaza de Felipe II, en Madrid, en el que todo el que lo desee podrá hacerse mediciones de los factores de riesgo (tensión arterial, colesterol, etcétera). Se celebrarán también dos mesas redondas. La primera de ellas tratará sobre la importancia de los hábitos saludables y la otra analizará, bajo el título de La modernidad, cómplice del colesterol, la alimentación actual.

Según la Fundación Hispana de Cardiología, los españoles se encuentran además con una serie de factores de riesgo añadidos, como es la falta de educación sanitaria de la población y la falta de una infraestructura sanitaria ágil. Según los datos de una encuesta, apenas el 30% de los infartados españoles conoce cuáles son los factores de riesgo.

Asistencia rápida

En cuanto a la asistencia, un 30% de los infartados fallece en el transporte antes de poder llegar a un hospital. El 24% de los pacientes no sobreviven porque reciben asistencia sanitaria más de seis horas después de producirse el infarto. La media general tarda en ser atendido unas dos horas.El 88% de las unidades de cuidados intensivos sufren problemas de saturación, y sólo el 52% de las unidades disponen de unidades de vigilancia intensiva móviles. El 6,66% de los casos en que la asistencia sanitaria se recibe pasadas las seis primeras horas de la crisis cardiaca tiene su origen en una demora interna de los servicios de urgencia.