Juan Luis Cebrián: "La isla del viento' es una historia de amor"

Juan Luis Cebrián presentó ayer La isla del viento, su segunda novela, publicada, al igual que la primera -La rusa, hace cuatro años-, por la editorial Alfaguara. El catedrático de Literatura Domingo Ynduráin fue el encargado de presentarla durante una comida con periodistas. Ynduráin señaló que la narración del actual consejero delegado de PRISA y ex director de EL PAÍS es un ejemplo de lo que puede suponer el conocimietno de la comunicación al servicio del proceso narrativo.

El autor de La isla del viento, que confesó su aspiración a ser un buen novelista, explicó que con este ...

Juan Luis Cebrián presentó ayer La isla del viento, su segunda novela, publicada, al igual que la primera -La rusa, hace cuatro años-, por la editorial Alfaguara. El catedrático de Literatura Domingo Ynduráin fue el encargado de presentarla durante una comida con periodistas. Ynduráin señaló que la narración del actual consejero delegado de PRISA y ex director de EL PAÍS es un ejemplo de lo que puede suponer el conocimietno de la comunicación al servicio del proceso narrativo.

El autor de La isla del viento, que confesó su aspiración a ser un buen novelista, explicó que con este libro ha querido escribir "una historia de amor" con la que quería cumplir un objetivo: "no aburrir a la gente".Domingo Ynduráin cree que la situación profesional, como hombre de la comunicación, de Juan Luis Cebrián sitúa a éste en un lugar quimérico: "el del que puede explicar la realidad del investigador de seres solitarios". La realidad lleva inevitablemente, según Ynduráin, al crimen y al misterio, y desemboca en momentos de tensión máxima. "Ahí es donde está el novelista, que además tiene información para describir las vivencias individuales de los que están solos".

Es una novela policiaca, en la que una joven periodista, ayudada por un detective veterano, busca las claves de una misteriosa muerte relacionada, al parecer, con un asunto de tráfico de armas. El relato se desarrolla en Menorca y, según su presentador, introduce claves narrativas que mejoran la anteriro entrega del autor, La rusa: "Ya que los personajes no son esquemas, sino que incluyen elementos sentimentales que los hacen obivios y significativos; tienen mucho sentido del huumor y son capaces de aparecerse con una identidad que permite usarlos como material para hacer un análisis de la realidad".

Historia

Ynduráin cree que gracias a esos elementos narrativos Cebrián "no sólo cuenta una historia, sino que llega a explicarla, de modo que convierte su novela en un ejercicio de mediación, por lo que este libro se convierte en un buen diagnóstico del momento que nos toca vivir". En ese sentido, consideró que La isla del viento le parece representativa de un momento de la historia de España. "Es, además", dijo Ynduráin, "una novela que recupera los viejos esquemas de la narrativa clásica y que incorpora una determinada carga psicológica cuyo producto final representa un proceso artístico equilibrado".Cebrián compartió la idea de Ynduráin sobre el carácter de medio de comunicación que tiene la novela como género literario, y añadió: "Aunque creo que es más rico, sutil y complejo que otros, como el periódico o el teatro, donde es preciso sugerir para llegar a decir".

Deberes

El autor de La isla del viento ha pretendido con este libro "que no se aburra nadie": "No quiero ser un docto aburrido; pero si de paso la gente se emociona, mejor". Como novelista, considera que está en el camino: "Quiero ser un buen novelista. Pienso que lo voy a ser. Ahora hago mis deberes, pero los hago lentamente, porque tengo otras asignaturas".A pesar de la tentación realista que le puede suponer su vinculación con el periodismo, el autor de La isla del viento asegura que sólo dos de sus personajes en la novela que ahora se presenta fueron producto del conocimiento de la realidad: "El resto me fueron viniendo". Tratándose de una novela en la que lo detectivesco se relaciona con el amor, a Juan Luis Cebrián no le extraña que los primeros que surgieran fueran una periodista, un guardia civil y un juez.