El homenaje a Nelson Mandela provoca suspicacias artísticas, comerciales y políticas

El recital, que se emitirá en 60 países, contará sólo con la intervención de artistas 'antiapartheid'

Nelson Mandela cerrará esta noche el recital-homenaje de música pop, jazz y rock que se le tributará en Londres con una alocución en la que se espera aliente el mantenimiento de sanciones económicas contra Suráfrica. El contenido del mensaje y su retransmisión a unos 1.000 millones de personas en 60 países (en España será retransmitido en directo por el canal de televisión privado Tele 5) ha irritado a medios conservadores británicos, que acusan a la BBC de prestarse a colaborar en un acto partidista. Esta protesta es sólo un aspecto marginal del controvertido concierto, cuyos organizadores ha...

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Nelson Mandela cerrará esta noche el recital-homenaje de música pop, jazz y rock que se le tributará en Londres con una alocución en la que se espera aliente el mantenimiento de sanciones económicas contra Suráfrica. El contenido del mensaje y su retransmisión a unos 1.000 millones de personas en 60 países (en España será retransmitido en directo por el canal de televisión privado Tele 5) ha irritado a medios conservadores británicos, que acusan a la BBC de prestarse a colaborar en un acto partidista. Esta protesta es sólo un aspecto marginal del controvertido concierto, cuyos organizadores han tenido que hacer juegos malabares para satisfacer a los artistas más comprometidos con la causa del antisegregacionismo.

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A partir de las seis de la tarde (siete de la tarde, hora peninsular) y durante cuatro horas, decenas de artistas van a participar en el estadio de Wembley en el homenaje de bienvenida a Nelson Mandela, quien hace dos meses fue puesto en libertad en Ciudad del Cabo tras casi 28 años de encarcelamiento. En Londres estuvo clandestinamente un par de meses antes de su detención, y ayer, al volver a pisar suelo británico, el vicepresidente del Congreso Nacional Africano (ANC) dijo que deseaba "agradecer al pueblo británico) el apoyo que nos ha dado en la lucha contra el apartheid'.

Uno de los momentos cumbre de este apoyo fue el concierto celebrado en julio de 1988 en el mismo estadio de Wembley, para conmemorar el 70º cumpleaños de Mandela e incrementar el conocimiento mundial de su figura emblemática. El recital fue: un éxito organizativo, económico y político, pero dejó heridas en el ámbito artístico. Los músicos surafricanos se vieron postergados en favor de las grandes figuras, algunas de las cuales, como Whitney Houston, hicieron declaraciones que mal se acomodaban al espíritu y a la ocasión.

El jazzista Hugh Masekela, exiliado desde hace 31 años, lo ha recordad9 ahora en la revista Time Out. Masekela se había estado negando a participar en el recital de bienvenida y sólo a muy última hora ha accedido a intervenir, después de convencérsele de que esta vez no habrá especial lucimiento de determinadas fliguras.

Wally Serote, representante de la sección de Arte y Cultura del ANC, se ha encargado de "garantizar que el contingente surafricano esté en condiciones de dar lo mejor", y a trancas y barrancas ha conseguido una notable presencia de músicos surafricanos. Junto a los populares Masekela, su ex mujer, Miriam Makeba, y el pianista Abdullah Ibrahim, aparecerán otros artistas menos conocidos.

La nómina de hace dos años ha quedado radicalmente transformada, y sólo músicos de incuestionable compromiso anti apartheid van a actuar hoy sobre el estrado de Wembley.

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Allí estarán el politizado Peter Gabriel y los Simple Minds del Mandela Day. Tracy Chapman, que era una desconocida, también repite, convertida hoy en estrella y convencida de que "la gente no se da cuenta de que tiene el poder de cambiar las cosas". Natalie Cole, Anita Baker y Neil Young son otros de los nombres de resonancia mundial a los que se unirán los menos populares de The Jungle Brothers, Stetsasonic y Beats International. Las compañías de discos confían en que algunos de ellos salten al estrellato como lo hizo la tímida Chapman y no han disimulado a la hora de asociar el nombre de los músicos al de Mandela. Una de estas firmas publicó un anuncio en el que invitaba a las tiendas a almacenar los discos de cuatro de sus artistas. "Nelson Mandela trabajará para ti si adquieres estos títulos", de cía el texto. La compañía ha reconocido el error de imagen y ha retirado el anuncio.A las suspicacias artísticas y comerciales que provoca el recital se unen las políticas. La derechista Freedom Association clama contra la retransmisión de un recital que, dice, "es una orgía sin respuesta en favor de las sanciones, del ANC, contra Inkatha (movimiento zulú que combate al ANC en la provincia surafricana de Natal) y contra Thatcher", mientras el parlamentario conservado John Carlisle acusa a la BBC de manipulación política y "de emplear el dinero del contribuyente en la retransmisión a todo el mundo del programa político de Nelson Mandela, que representa a una organización terrorista que está contra el Gobierno británico". La BBC, entidad que tiene la exclusiva de la transmisión del concierto, dice, a través de un portavoz, que será prudente, pero que la intervención de Mandela es un acontecimiento noticiable y será cubierto.

Está previsto que Mandela pronuncie una alocución al final del concierto, y se espera defienda la necesidad de seguir presionando sobre Pretoria. "Hace 27 años no tenía derecho de voto y sigo sin él, por lo que hay que mantener las sanciones económicas contra Suráfrica", declaró antes de subir al avión en que ayer llegó a Londres.

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