Desaparece un nuevo cuadro en el palacio Real

'San Carlos Borromeo', de Bayeu, habría sido robado en agosto pasado, según Patrimonio Nacional

Un cuarto cuadro desapareció, junto a dos de Velázquez y uno de Carreño de Miranda, en el robo perpetrado durante el pasado mm de agosto en el palacio Real, según confirmó anoche una fuente oficial del Patrimonio Nacional. Se trata de la obra de Francisco Bayeu San Carlos Borromeo, valorada en 10 millones de pesetas, que había sido catalogada erróneamente bajo el nombre de San Idelfonso orando rodeado de ángeles. Un día antes de hacerse pública la desaparición, EL PAÍS preguntó a Patrimonio Nacional sobre el paradero de esta obra, ya que podía haber sido robada. La respuesta fue que no existía...

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Un cuarto cuadro desapareció, junto a dos de Velázquez y uno de Carreño de Miranda, en el robo perpetrado durante el pasado mm de agosto en el palacio Real, según confirmó anoche una fuente oficial del Patrimonio Nacional. Se trata de la obra de Francisco Bayeu San Carlos Borromeo, valorada en 10 millones de pesetas, que había sido catalogada erróneamente bajo el nombre de San Idelfonso orando rodeado de ángeles. Un día antes de hacerse pública la desaparición, EL PAÍS preguntó a Patrimonio Nacional sobre el paradero de esta obra, ya que podía haber sido robada. La respuesta fue que no existía en los inventarios de Patrimonio Nacional y que tras los robos de agosto no había desaparecido ningún cuadro.

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El Patrimonio Nacional, que administra el Palacio Real entre otros reales sitios, ha abierto expediente a la conservadora, una de las dos de pintura del Palacio Real, que tras el robo de agosto certificó que sólo eran tres los cuadros robados. San Carlos Borromeo, valorado en diez millones de pesetas, tiene 5 1 x 35 centímetros.Una voz anónima avisó a EL PAÍS la tarde del pasado jueves que deseaba proporcionar una información, pero no por teléfono. La cita se concertó. "Han robado otro cuadro de la sala de pinturas del Palacio Real, se trata de la obra San Carlos Borromeo, de Bayeu", a lo que el anónimo informante añadió: "debió ser el lunes, pero lo ocultan y mi deber moral me obliga a decirlo, sobre todo teniendo en cuenta que está en juego no solo un patrimonio que pertenece a todos los españoles, sino la propia seguridad del Rey Juan Carlos que trabaja allí entre semana".

El primer paso era dirigirse al Palacio Real y tratar de hablar con Román Ledesma, subdirector general de Bienes Muebles Históricos. Dos guardias de seguridad franqueaban la puerta y solicitaban el carné de identidad y el motivo de la visita: "Me espera Ledesma, ¿dónde está su despacho?". La respuesta fue inmediata: "Suba por este ascensor, encontrará un compañero que le explicará el recorrido". La explicación fue insuficiente y la pérdida inevitable.

No está inventariado

Tras unos minutos de aventura en solitario por los pasillos de la cuarta planta del Palacio Real y encontrar a un bedel al que preguntar por el despacho de Ledesma, éste contesta: "Qué hace usted por aquí sola?", y tras hacerle saber que no era por voluntad propia se ocupó personalmente de guiar hasta la secretaría de Ledesma.Ledesma estaba reunido pero se personó el jefe de prensa de Palacio, al que se le solicitó información sobre un cuadro de Bayeu titulado San Carlos Borromeo. Gracias a los ordenadores la respuesta apenas se hizo esperar: "Ese cuadro no está inventariado y no pertenece ni al Palacio Real ni a ningún otro recinto de Patrimonio Nacional. Por tanto no puede haber sido robado, al menos de aquí".

Por la noche Alfonso Pérez Sánchez, director del Museo del Prado, facilitó el nombre de José Luis Morales y Marín, catedrático de historia del Arte de la Universidad Autónoma, como máximo experto en Bayeu. Morales también se encontró con dificultades iniciales para catalogar la obra, pero intuyó que el robo se había podido producir.

Según las fuentes oficiales, al día siguiente de comprobarse la desaparición de los cuadros de Velázquez y el de Carreño de Miranda, en el mes de agosto, se ordenó la comprobación oportuna aludida. Antes de ese día y después de que los conservadores negaran que hubieran sido robados más cuadros, se ordenó el cambio de cerraduras y la consiguiente inutilización de todas las llaves maestras en la zona del palacio donde se guardan las pinturas, así como la necesidad de que todo el personal -de cualquier rango- accediese a las salas rigurosamente acompañado por oficiales de seguridad.

Ésta es la razón por la cual el Patrimonio "tiene el convencimiento", según el portavoz, "de que la desaparición de este cuadro se produjo en el mismo momento y por la misma persona o personas que sustrajeron los dos Velázquez y el Carreño de Miranda en agosto". La sala donde se encontraba el Bayeu no sólo es contigua a la de los otros tres cuadros, sino que además está comunicada.

Patrimonio Nacional afirma que el miércoles fue denunciado el robo a la policía, y si no había trascendido a los medios de información fue por razones de seguridad de la policía. Por otra parte fuentes del grupo contra robos de patrimonio de la Brigada Provincial de la Policía afirmaron ayer a EL PAÍS que de haberse producido esta denuncia ellos serían los primeros sorprendidos y que en cualquier caso en el departamento no constaba la existencia de que se hubiera realizado.

La seguridad del Palacio Real corre a cargo del propio personal del Patrimonio Nacional y de la empresa Prosegur. Un portavoz de ésta afirmó anoche que sus empleados sólo deben vigilar el exterior y los accesos al palacio. Sin embargo, eran empleados de Prosegur los que acompañaron anoche a un periodista de EL PAÍS a las oficinas de administración del palacio donde fue confirmada la noticia.

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