Hacer posible el riesgo

En las recientes reuniones entre los profesionales del cine y miembros del Gobierno se han manejado algunos gruesos datos que indican la gravedad de la situación del mercado del cine y la urgencia de enfrentarse a ella.Según estimaciones del Comité Unitario manejadas en esas reuniones "de cada 100 espectadores de cine, 95 lo son a través de la televisión y el vídeo, mientras que solo 5 lo son a través de las salas. Esto", añaden los representantes de la profesión cinematograica, a ea e a enorme magnitud de la cuestión y lo urgente que es resolverla, sobre todo cuando estarnos a un paso de 1992...

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En las recientes reuniones entre los profesionales del cine y miembros del Gobierno se han manejado algunos gruesos datos que indican la gravedad de la situación del mercado del cine y la urgencia de enfrentarse a ella.Según estimaciones del Comité Unitario manejadas en esas reuniones "de cada 100 espectadores de cine, 95 lo son a través de la televisión y el vídeo, mientras que solo 5 lo son a través de las salas. Esto", añaden los representantes de la profesión cinematograica, a ea e a enorme magnitud de la cuestión y lo urgente que es resolverla, sobre todo cuando estarnos a un paso de 1992 y por consiguiente de la creación de un mercado audiovisual europeo de grandes proporciones, ante cuya existencia el cine español se j uega el ser o no ser".

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"El decreto Semprún regula tan solo la parte del mercado del cine que corresponde a la explotación de los filmes en salas, es decir, a un 5 del volumen de mercado audiovisual, por lo que el 95 % restante de ese mercado queda sin regulación específica. Hay, por tanto, que hacerla. Esa y no otra es la cuestión".

"En estas condiciones", prosiguen los portavoces del Comité del Cine, "el decreto Semprún, aunque acierta al afirmar que la inversión privada es la clave del problema del cine como industria, no puede abarcar ni corregir (porque cae fuera de su demarcación administrativa) el grueso de ese problema, que es competencia no sólo de Cultura, sino también de Hacienda, Industria, Telecomunicaciones, Interior, Trabajo y RTVE".

"En este sentido, y dado,el pequeño campo de acción que tiene el decreto Semprún (ese 5 % correspondiente a la exhición en salas), lo que ahora adquiere relevancia es su desarrollo orgánico, al que hemos sido invitados a participar por el ministro de Cultura. El decreto, por sí sólo, no puede hacer posible la inversión privada que busca. Por ello lo que ahora corresponde es hacerla posible. De otra manera, el decreto pide el riesgo de los productores e inversores de cine. Ahora le compete hacer posible ese riesgo".

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