MEMORIA DEL EXILIO

Rasgos y riesgos

La memoria del exilio fue evocada ayer por uno de sus grandes protagonistas, Rafael Alberti, que habló de su larga relación con su esposa y musa, María Teresa León. Lo hizo en el marco del curso Poesía latinoamericana, que tuvo al poeta uruguayo Mario Benedetti como el otro ponente. Paralelamente se inició el curso La otra cara del exilio: la diáspora del 39. El curso del exilio se abrió con la lectura de un texto de María Zambrano que resumía su experiencia "como una hora de amanecer trágica y de aurora, en la que las sombras de la noche comienzan a mostrar su sentido y las figu...

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La memoria del exilio fue evocada ayer por uno de sus grandes protagonistas, Rafael Alberti, que habló de su larga relación con su esposa y musa, María Teresa León. Lo hizo en el marco del curso Poesía latinoamericana, que tuvo al poeta uruguayo Mario Benedetti como el otro ponente. Paralelamente se inició el curso La otra cara del exilio: la diáspora del 39. El curso del exilio se abrió con la lectura de un texto de María Zambrano que resumía su experiencia "como una hora de amanecer trágica y de aurora, en la que las sombras de la noche comienzan a mostrar su sentido y las figuras inciertas comienzan a desvelarse ante la luz en que se congrega pasado y porvenir".Mario Benedetti, chaqueta a cuadros, pantalón gris y corbata, el bigote hirsuto y los ojos siempre buscando la respuesta de otros ojos. Habló también buscando una respuesta que no se produjo, porque al final tuvo demasiado asentimiento. El escritor uruguayo habló en el curso de poesía latinoamericana de la universidad de El Escorial.Dijo: "No voy a hablar de poesía latinoamericana; si acaso, de algunos rasgos y riesgos de esa poesía". Invocó la presencia de Paul Valéry al decir: "Me hace falta un alemán que ponga en orden mis ideas".

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La pasión consumista en la que vive el mundo que no vive la pasión de la miseria, las maniobras de la novela que dicen "maneja la realidad", el mundo de la "noticia", hacen que la poesía no se venda.

El mestizaje

A la novela la llevan en andas. La aprueban, la publicitan.. . y la entienden: "La poesía se vale a sí misma como ocurre con los pueblos". En Latinoamérica la poesía está menos atenta a las modas, "la inarmonía es su singularidad". Esa inarmonía produce inseguridad y vacilación, es decir, "dramatismo". El peso del contexto histórico es superior en Europa, y ese contexto tiene algunas ventajas pese a su desamparo. "El mestizaje de la realidad", la diversidad. Esa diversidad produce una nueva capacidad a través de la antropofagia de la cultura europea. La poesía latinoamericana, piensa Benedetti, se mueve en dos direcciones válidas, singulares, fértiles: "Conciencia de la poesia y poesía de la conciencia".

Pero un fenómeno antiguo quiere resucitar como nuevo: el posmodernismo. Según Benedetti, la crítica periodística latinoamericana está dando la espalda a la realidad y valorando excesivamente, conservadoramente, aquellos trabajos que se desmarcan de la experiencia. Para él, lo posmoderno estuvo instalado en la poesía latinoamericana en la estrecha década de 1905 a 1914, y fue analizada entonces como una reacción conservadora porque, como dijo Alaún, "no hay audacia en la lectura de los libros".

"A los medios de comunicación", puntualizó, "les sigue pareciendo magnífico el compromiso, siempre que sea reaccionario".

Espoleado por la audiencia y preguntado sobre si los novísimos estaban "en el canto del cisne", contestó "que en todo caso estarían en el canto del pichón del cisne". Concluyó entre aplausos con una frase lapidaria: "La poesía española hoy me parece demasiado griega".

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