Ser madre y seguir trabajando

Las medidas que favorezcan la compatibilidad de la maternidad con el seguir trabajando o desempeñando una profesión remunerada fuera del hogar pueden ser algunas de las que podrían adoptar los poderes públicos y grupos sociales para hacer frente al problema de baja fecundidad, según Joaquín Arango, profesor de demografía en la universidad Complutense y vicerretor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Aunque para Joaquín Arango el problema del envejecimiento la población española no tiene por qué alarmarnos -"se trata un fantasma, y está por demostrar que sea una catástrof...

Las medidas que favorezcan la compatibilidad de la maternidad con el seguir trabajando o desempeñando una profesión remunerada fuera del hogar pueden ser algunas de las que podrían adoptar los poderes públicos y grupos sociales para hacer frente al problema de baja fecundidad, según Joaquín Arango, profesor de demografía en la universidad Complutense y vicerretor de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Aunque para Joaquín Arango el problema del envejecimiento la población española no tiene por qué alarmarnos -"se trata un fantasma, y está por demostrar que sea una catástrofe"-,lo primero que tiene que hacer el Gobierno es pronunciarse sobre este tema, y después podrán adoptarse ciertas medidas "siempre que quede asegurada la plena libertad de acción de las personas y parejas".

Entre las medidas que justificarían una política moderadamente natalista se encuentran, según Arango, la información cocreta y los medios para que se produzcan decisiones responsasbles, las medidas fiscales con el fin de que tener hijos no esté penalizado o que el coste de tener hijos no sea superior al hecho de tenerlos (incluso que fuera menos gravoso el tenerlos) y por último que pueda compatibilizar la maternidad con la carrera profesional (bajas maternales por períodos más largos, subvenciones a las madres, guarderías para niños, etcétera).

"Hagamos lo que hagamos viviremos en una sociedad con una mayor proporción de viejos, y esto no es necesariamente un drama", dice el también geógrafo Juan Antonio Fernández Cordón, director del Instituto de Demografia. "Es mucho más preocupante el peso que va a tener la población inactiva", añade, "y en cualquier caso, el envejecimiento no hay por qué solucionarlo únicamente por la vía del aumento de la fecundidad, sino también mediante las ayudas -médicas, pensiones, etcétera- a los problemas que plantea; lo que hay que hacer es crear más riqueza y más empleo".

Problemas económicos

El envejecimiento de la población puede provocar importantes problemas de tipo económico, dicen algunos. Julio Miras, subdirector de Estadística Demográfica del Instituto Nacional de Estadística, no está muy conforme con esta simple interpretación. "Hay mucho alarmismo", señala, ,,en el sentido de que puede quedar condicionado todo el sistema de Seguridad Social, pero esto no va a suponer una carga mayor sobre la población activa. Si el sistema económico evoluciona como ahora hasta el año 2030 no se nos van a presentar esos peligros".