Simbiosis política

J. C., El encuentro entre los presidentes de Argentina y Paraguay ayer ante las obras de la presa de Yacyretá, cuando faltan cinco días para las elecciones presidenciales paraguayas y 20 para las argentinas, representa un ejemplo ideal de simbiosis política. El presidente provisional paraguayo, general Andrés Rodríguez, ha recibido la alternativa democrática por parte del presidente argentino, Raúl Alfonsín, un demócrata más allá de toda sospecha. Alfonsín, con una Argentina sumida en pleno desastre económico, ha podido, aunque sólo sea durante las horas de su visita a Yacyretá, mostrar...

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J. C., El encuentro entre los presidentes de Argentina y Paraguay ayer ante las obras de la presa de Yacyretá, cuando faltan cinco días para las elecciones presidenciales paraguayas y 20 para las argentinas, representa un ejemplo ideal de simbiosis política. El presidente provisional paraguayo, general Andrés Rodríguez, ha recibido la alternativa democrática por parte del presidente argentino, Raúl Alfonsín, un demócrata más allá de toda sospecha. Alfonsín, con una Argentina sumida en pleno desastre económico, ha podido, aunque sólo sea durante las horas de su visita a Yacyretá, mostrar ante la opinión pública que su Gobierno ha sido capaz de realizar al menos el 50% de una obra pública importante.

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Rodríguez es aún un demócrata en entredicho. Su pasado, vinculado a la dictadura de Alfredo Stroessner, ha quedado en parte lavado con el golpe que derribó al dictador el pasado 2 de febrero. Ahora el abrazo de Alfonsín le da la alternativa democrática que le faltaba y que necesitará confirmar el 1 de mayo con unas elecciones limpias. Alfonsín, por su parte, afronta las elecciones con el desprestigio de haber llevado al país a una crisis económica que parece incontrolable.

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