GALARDONES A LAS MEJORES OBRAS DE 1988

Jose Jiménez Lozano, premio de la Critica en narrativa castellana con un libro de cuentos

Moncada, Atxaga y Freixanes, ganadores de novela en catalán, vasco y gallego

ELENA B. CASTILLA El libro El grano de maiz rojo, del escritor José Jiménez Lozano, obtuvo ayer el premio nacional de la Crítica en el apartado de narrativa en lengua castellana. Los miembros del jurado, reunidos en Málaga los días 7 y 8 de abril, concedieron el premio en narrativa en catalán, vasco y gallego, respectivamente, a Jesús Moncada (Cami de sirga); Bernardo Atxaga, Obabakoak (Los de Obaba), y Víctor Fernández Freixanes (O enxovar da novia). En poesía ganaron Francisco Bejarano (en castellano), Pere Gimferrer (en catalán), Patxi Ezkiaga (en vasco) y Ramiro, Fonte (en gallego).
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ELENA B. CASTILLA El libro El grano de maiz rojo, del escritor José Jiménez Lozano, obtuvo ayer el premio nacional de la Crítica en el apartado de narrativa en lengua castellana. Los miembros del jurado, reunidos en Málaga los días 7 y 8 de abril, concedieron el premio en narrativa en catalán, vasco y gallego, respectivamente, a Jesús Moncada (Cami de sirga); Bernardo Atxaga, Obabakoak (Los de Obaba), y Víctor Fernández Freixanes (O enxovar da novia). En poesía ganaron Francisco Bejarano (en castellano), Pere Gimferrer (en catalán), Patxi Ezkiaga (en vasco) y Ramiro, Fonte (en gallego).

El libro de Jiménez Lozano fue elegido unánimemente, imponiéndose así, sin dificultad, entre las 140 obras seleccionadas, a la otra novela que resultó finalista, Una historia madrileña, de Pedro García Montalvo. El grano de raíz rojo es un conjunto de relatos de ambiente rural castellano e histórico, en los que el autor, profundamente creyente, aborda problemas religiosos. José Jiménez Lozano es subdirector del periódico El Norte de Castilla.Incredulidad, sorpresa y satisfacción -"pero sólo eso, satisfacción"- fueron las primeras reacciones de José Jiménez Lozano al enterarse del premio por una llamada de EL PAÍS, informa Luis Miguel de Dios desde Valladolid. Cuando supo que el galarén se debía a su obra El grano de maíz rojo, la respuesta fue más expresiva: "Magnífico, me da mucha alegría; no suelo tener preferencia por ninguno de mis libros, pero éste tiene connotaciones especiales".

Jiménez Lozano cuenta que le impresionaron las valoraciones y opiniones que de esta obra hicieron hace pocos días alumnos de un instituto de Valladolid con los que mantuvo un. coloquio. "Se identificaron con personajes y situaciones. Supe que habían comprendido que lo que se dice en el libro está vivo en nuestra tierra".

La obra premiada es para su autor el segundo envío de El canto de mayo, un soberbio y descarnado volumen de cuentos aparecido en 1977, y una cierta reivindicación del género del cuento como tal. "Escribir cuentos es difícil; yo lo llevo dentro y me duele que se consideren novelas frustradas".

José Jiménez Lozano, un autor poco conocido para el gran público pese a la fuerza, dimensión y obra publicada, parece estar ahora en racha tras años de anonimato. Hace pocos meses recibió el premio Castilla y León de las Letras. Tanto éste como el de la Crítica no harán que cambie su forma de ser y actuar -"sólo faltaba eso"-, ni su reclusión voluntaria en el pueblo de Alcazarén, a 40 kilómetros de Valladolid. Los galardones le parecen importantes "pero no sé si van a ampliar el círculo de mis lectores; en cualquier, caso, como decía Melville, sólo quiero tener los lectores que me correspondan y creo que eso, cuando se escribe con honestidad, acaba por llegar".

En este apartado de narrativa, las otras obras que merecieron la distinción de la crítica son: en lengua catalana, Camí de Sirga (Camino de Sirga), de Jesús Moncada; en vasco, Obabakoak (Los de Obaba), de Bernardo Atxaga, y en gallego, O enxovar da novia (El ajuar de la novia), de Víctor Fernández Freixanes.

Por otro lado, los miembros del jurado elogiaron de forma especial la obra de Jesús Moncada El camino de Sirga. Al autor se le definió como el mejor de toda la literatura catalana de los últimos 20 años. El libro narra su propio mundo adolescente, vívido en un pueblo hoy perdido bajo las aguas de un pantano.

Jesús Moncada manifestó ayer a este diario que la noticia del premio ha sido una "auténtica sorpresa" para él,, que dejó de participar en galardones literarios inmediatamente después de la publicación de su primera obra Històries de la mà esquerra (Edicions de la Magrana), informa Jacinto Antón.

Moncada explicó que trabaja en una nueva novela que será la segunda de su producción después de Camí de sirga. "Comencé a escribirla poco después de la primera", dijo el autor; "no me gusta avanzar el tema de mis obras porque cambian mucho mientras las trabajo y ésta se en cuentra aún en un estado magmático". No obstante, Moncada avanzó que se trata de una nove la "en principio ambientada en una pequeña ciudad de provincias y que transcurre en los años cincuenta. No abordo los temas ya tratados en Camí de sirga, pero mi tierra siempre está pre sente en lo que escribo".

El novelista señaló que le resulta muy difícil definir su narrativa y recalcó que su producción es aún muy corta -dos libros de relatos El Café de la Granota y Històries de la má esquerra y la novela Camí de sirga-. "Escribo muy lentamente", dijo Moncada, que combina su función de escritor con trabajos editoriales.

Los de Obaba, de Bernardo Atxaga, premio de narrativa en vasco, será pronto traducido al castellano después del éxito alcanzado en el País Vasco, donde se han vendido ya 30.000 ejemplares. Es un libro distribuido en 26 narraciones breves.

Los miembros de la ponencia en lengua gallega destacaron la dificultad habida para elegir el premio de poesía, otorgado a Pasa un secreto, de Ramiro Fonte, dado el excepcional momento de la lírica gallega. El jurado subrayó la calidad del autor de romper con el estitícismo formal de los jóvenes poetas gallegos y su gran conocimiento de los poetas metaflisicos, que propicia su meditación profunda del hombre y de su soledad.

La obra El ajuar de la novia, premio de narrativa gallega a Víctor Fernández Freixanes, ya traducido al castellano, se aleja de los tópicos de la literatura gallega, rural y nostálgica. Abandona el mundo gallego para trasladarse al renacimiento gallego y ofrecer una visión de los Borgia.

Un oficio decente

El escritor guipuzcoano Bernardo Atxaga, seudónimo de Joseba Irazu, de 37 afíos, afirma que recibir un premio literario no es más que "una buena noticia". "Yo no necesito este estímulo para continuar", indica. "Concebir una idea nueva, sentarme a escribir o corregir un cuento acabado son momentos más felices que el de recoger un premio. El oficio de escritor es un trabajo decente, que en sí mismo me da suficientes satisfacciones".

Atxaga ha recibido el premio de la Crítica con anterioridad en dos ocasiones. El apartado de poesía fue galardonado su libro de poemas Etiopia y en narrativa la obra Bi anaia (Dos hermanos).

Atxaga dejó de presentarse a los premios a los 30 años. "Cuando traspasas esa barrera, debes entrar en el oficio y establecer otra relación con la obra y con el trabajo", dice. "Y aceptar el riesgo de que no te lea nadie o de vender mucho".

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