El libro puede dejar de ser la prioridad de las editoriales, advierte Semprún

El ministro de Cultura, Jorge Semprún, afirmó ayer en el Congreso de los Diputados que la adquisición de una editorial española por una multinacional extranjera entraña el riesgo de que si éstas "no sólo son empresas de libros, no mantengan el libro como producto final". Este problema, agregó, ha sido abordado por su ministerio en una reunión con el gremio de editores y con el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.Semprún, que compareció ante la Comisión de Cultura para explicar el criterio del Gobierno respecto de las inversiones de multinacionales en el campo de la cultura, mantuv...

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El ministro de Cultura, Jorge Semprún, afirmó ayer en el Congreso de los Diputados que la adquisición de una editorial española por una multinacional extranjera entraña el riesgo de que si éstas "no sólo son empresas de libros, no mantengan el libro como producto final". Este problema, agregó, ha sido abordado por su ministerio en una reunión con el gremio de editores y con el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.Semprún, que compareció ante la Comisión de Cultura para explicar el criterio del Gobierno respecto de las inversiones de multinacionales en el campo de la cultura, mantuvo que no es alto el porcentaje de editoriales que están en manos de empresas extranjeras. De las seis grandes editoriales españolas, sólo dos, dijo, han sido adquiridas por multinacionales, dentro de un proceso que, recordó, no es de estos últimos años, sino que se inició en 1962.

El ministro indicó que del resto de las empresas editoriales de tipo medio -hasta 600- no llegan a media docena las que pertenecen a editoriales extranjeras. Semprún subrayó que, paralelamente a la compra por multinacionales de empresas españolas, se ha desarrollado un proceso de fusión entre éstas, debido a razones de índole económica.

El ministro también se refirió a la compra de Salvat por la multinacional francesa Hachette, que, aseguró, "aunque genere una regulación de empleo, evitará lo que hubiera sido su posible final: su total desaparición". Semprún señaló que no le preocupa "desde el punto de vista cultural" este tipo de operaciones financieras y recordó que Hachette también ha comprado, una importante editorial estadounidense "no para difundir una cultura antiamericana, como es lógico".

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