Fidel Castro recibió a Gorbachov en La Habana con aplausos

Apenas se había abierto la puerta del avión soviético, el presidente Fidel Castro comenzó a aplaudir con gesto emocionado y tierno para dar la bienvenida a Cuba al presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, que llegó a las seis de la tarde (medianoche en España) con un mensaje reformista nunca oído antes en la isla. Dos líderes de relieve histórico se abrazaron efusivamente para tratar de desmentir desde el primer momento las proclamadas contradicciones entre ambos.Tras una primera conversación al pie de la escalerilla del aparato llushin 62 y un breve protocolo, Castro pasó el brazo ...

Apenas se había abierto la puerta del avión soviético, el presidente Fidel Castro comenzó a aplaudir con gesto emocionado y tierno para dar la bienvenida a Cuba al presidente de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, que llegó a las seis de la tarde (medianoche en España) con un mensaje reformista nunca oído antes en la isla. Dos líderes de relieve histórico se abrazaron efusivamente para tratar de desmentir desde el primer momento las proclamadas contradicciones entre ambos.Tras una primera conversación al pie de la escalerilla del aparato llushin 62 y un breve protocolo, Castro pasó el brazo sobre el hombro de su invitado y lo llevó hasta un grupo de persona: que daban vivas a la Unión Soviética y coreaban el nombre de Gorbachov, que mantuvo todo el tiempo un gesto mas sobrio que su vehemente anfitrión. Sin discursos se cerró la ceremonia de honores militares y con la interpretación de los himnos de los dos países.

La nube que había descargado lluvia poco antes se retiró en ese momento para hacer más agradable el recorrido de los dos dirigentes a bordo de un coche gris descapotable de fabricación soviética. Iba Gorbachov a la derecha vestido con traje gris; a su lado, Castro mantenía su uniforme de faena verde olivo. Cientos de miles de personas -más de medio millón, según cálculos oficiales- asistieron al momento histórico en que los dos presidentes, enfrentados por sus ideas sobre la perestroika, enlazaron sus manos en alto ante medio millar de periodistas de todo el mundo.

Raisa Gorbachov, con traje de chaqueta azul celeste, fue acompañada por Vilma Espín, esposa de Raúl Castro y única mujer miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), que hacía las veces de primera dama ante la ausencia de una compañera oficial del máximo dirigente cubano.

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