Tregua en la 'guerra de las hormonas' entre la Comunidad Europea y Estados Unidos

Los doce aprobaron ayer una pausa en la guerra de las hormonas que enfrenta a Washington y a la Comunidad Europea (CE) desde que ésta prohibió, el 1 de enero de 1989, la producción e importación de carne de vacuno tratada con hormonas, de la que EE UU es un gran exportador. La tregua fue pactada el pasado fin de semana por los comisarios europeos de Relaciones Exteriores y de Agricultura, Frans Andriessen y Ray Macsbarry, respectivamente, a los que los ministros de Asuntos Exteriores de la CE felicitaron ayer por el resultado de su labor, que calificaron en un comunicado conjunto de "paso en l...

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Los doce aprobaron ayer una pausa en la guerra de las hormonas que enfrenta a Washington y a la Comunidad Europea (CE) desde que ésta prohibió, el 1 de enero de 1989, la producción e importación de carne de vacuno tratada con hormonas, de la que EE UU es un gran exportador. La tregua fue pactada el pasado fin de semana por los comisarios europeos de Relaciones Exteriores y de Agricultura, Frans Andriessen y Ray Macsbarry, respectivamente, a los que los ministros de Asuntos Exteriores de la CE felicitaron ayer por el resultado de su labor, que calificaron en un comunicado conjunto de "paso en la buena dirección".

En sus conversaciones celebradas en la capital federal con Carla Hills, representante del presidente George Bush para el comercio exterior, Andrissen y Macsharry acordaron la creación de un grupo restringido de altos funcionarios comunitarios y estadounidenses, que dispondrá de 75 días para lograr un compromiso que compense a los ganaderos norteamericanos por la pérdida de parte del mercado europeo.Estos ganaderos vendían anualmente a la CE carne hormonada por valor de unos 11.5190 millones de pesetas, y, desde que ha entrado en vigor la prohibición, Washington ha reaccionado imponiendo un arancel del 100% sobre exportaciones europeas que ascienden a esa cantidad, lo que equivale en la práctica a vetar su importación en EE UU.

Los doce tenían preparada una lista de represalias, pero, tras la tregua alcanzada el sábado, decidieron ayer no aplicarla por ahora, a la espera de las discusiones que tendrán lugar en el grupo de trabajo, cuya principal tarea consistirá en poner a punto las modalidades técnicas y administrativas que permitirán a los ganaderos de EE UU que producen carne no hormonada, sobre todo en el Estado de Tejas, venderla a la CE.

Directiva antihormonas

"Si las autoridades federales expiden certificados asegurando que la carne no contiene hormonas, significa que aceptan de hecho nuestra directiva antihormonas", recalcó el secretario de Estado español Pedro Solbes.

"Los norteamericanos siguen denunciando nuestra prohibición", declaró Andrissen a su regreso de Washington, pero ahora han aceptado que la carne tiene que cumplir nuestros requisitos". "Van a buscar maneras de vendernos carne desde una postura más seria". Pero hasta que las encuentren, reconoció, "es muy probable que mantengan su acción", consistente en gravar importaciones de productos comunitarios que representan el 0,06% del comercio entre EE UU y la CE.

A medida que las exportaciones de carne norteamericana sin hormonas al Viejo Continente vayan aumentando, Washington reducirá el volumen de sus sanciones, y los doce tienen la firme esperanza de que así se resuelva el pequeño conflicto que ha envenenado las relaciones comerciales bilaterales.

Si las exportaciones de carne no hormonada norteamericana no alcanzasen el nivel requerido, algunos responsables comunitarios son partidarios de resolver el contencioso aumentando la cuota de Hiltonbeef, carne de gran calidad que EE UU está autorizado a colocar en el mercado comunitario.

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