"La fuente secreta de la literatura hispanoamericana es el enigma del mundo histórico al que pertenece"

Carlos Fuentes inaugura en El Escorial un curso sobre narrativa hispánica

"La fuente secreta de la literatura hispanoamericana es el enigma del mundo histórico al que pertenece", afirmó ayer el escritor mexicano Carlos Fuentes, último ganador del Premio Cervantes de literatura, durante la inauguración del seminario Narrativa hispánica: el autor y su obra, que se celebra estos días en El Escorial y que finalizará el próximo día 29. El seminario, se está impartiendo dentro de los cursos de verano que organiza la universidad Complutense de Madrid. A lo largo de estas jornadas intervendrán también los escritores Francisco Ayala, José Emilio Pacheco, Arturo Azuela, Carme...

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"La fuente secreta de la literatura hispanoamericana es el enigma del mundo histórico al que pertenece", afirmó ayer el escritor mexicano Carlos Fuentes, último ganador del Premio Cervantes de literatura, durante la inauguración del seminario Narrativa hispánica: el autor y su obra, que se celebra estos días en El Escorial y que finalizará el próximo día 29. El seminario, se está impartiendo dentro de los cursos de verano que organiza la universidad Complutense de Madrid. A lo largo de estas jornadas intervendrán también los escritores Francisco Ayala, José Emilio Pacheco, Arturo Azuela, Carmen Martín Gaite, Manuel Andújar, Caballero Bonald, Abel Posse y Augusto Roa Bastos, entre otros.

Carlos Fuentes escogió para su lección inaugural la obra de Bernal Díaz del Castillo, considerado por Fuentes como el primer novelista de la narrativa hispanoamericana, un modelo perfecto para adentrarse en el pasado previo a la colonización y en el presente, que Fuentes vive esperanzado a la vista de los resultados electorales que registra estos días su país.Carlos Fuentes empezó recordando sus años de estudiante, concretamente el año 1951 cuando cada día se veía obligado a cruzar la plaza de la Constitución para ir a la facultad. En esta plaza notaba que se unían la ciudad antigua y la moderna y que caminaba sobre la tumba de una civilización que exigía retomar su pasado incompleto.

Este paseo por los recuerdos del autor de Terra nostra sirvió para retornar al siglo XVI, cuando Díaz del Castillo, uno de los participantes en la colonización, decidió escribir en forma de memorias cómo había sido la Negada a México de los hombres que acompañaron a Hernán Cortés. "Bernal canta la épica de la conquista y canta el requiem por la cultura que se destruía. Lo escribe 50 años después de haber ocurrido. Hace una crónica popular destinada a sus hijos y nietos, a los que no tiene ninguna otra cosa que dejar". Las fronteras entre la épica y la novela, tan difíciles de discernir en toda la literatura hispanoamericana, fueron tratadas por Fuentes a propósito de la obra de Bernal Díaz del Castillo diciendo que la épica se ocupa de un mundo completo, mientras que la novela trata de las tendencias de un mundo que se está haciendo todavía mientras se habla de él.

Destaca Carlos Fuentes el realismo colorista, pero auténtico con que Bernal Díez describe los encuentros entre el emperador Moctezuma y Hernán Cortés. "Cortés, que se presentó a los indígenas como un dios rubio, pálido y barbado, era un auténtico Maquiavelo, aun sin haber leído El príncipe. Maquiavelo", prosiguió Fuentes, "fue el hermano mayor de todos los conquistadores. La épica de la conquista fue una derrota compartida. Cuando logremos entender esto, podremos disfrutar de la victoria".

Carlos Fuentes añadió que las crónicas de Bernal Díez invitan a buscar el nombre, la memoria y la voz de nuestros orígenes. "La voz que Cortés arrebató a Moctezuma, no se la apropió, sin embargo, el conquistador, sino que fue a parar a la princesa del Tabasco, la mujer que los aztecas entregaron a Cortés y que, además de servirle de intérprete y de comunicarle con el Nuevo Mundo, le dio un hijo: Martín Cortés, quien encabezó la primera rebelión contra los conquistadores".

La tragedia de la exterminación mutua, el Nuevo Mundo levantado sobre ruinas, son para Fuentes los pilares en los que, como en la obra de Bernal Díez, se basa una gran parte de la literatura hispanoamericana actual, porque "un pueblo tiene derecho a soñar con su futuro, pero también debe dar vida al pasado".

Grandes cambios

Después de la lección inaugural, los escritores Carlos Fuentes, Arturo Azuelo y José Emilio Pacheco protagonizaron un debate en el que los tres mostraron su esperanza sobre los resultados electorales que se acaban de producir en México, aunque lamentaron la información que los medios de comunicación españoles vienen dando de la sociedad mexicana.Según precisó Azuelo, los medios españoles centran sus informaciones exclusivamente en la corrupción o en la mordida, sin hablar de los cambios que se operan en la sociedad mexicana.

Los tres escritores mexicanos se reconocieron intelectualmente hijos de la generación de exiliados de la posguerra civil española, y lamentaron la inexistencia de obras de escritores españoles contemporáneos en México; y más cuando se da la paradoja, según precisó Fuentes, de que la inmensa mayoría de libros que se encuentran en los escaparates mexicanos son editados en España; pero en general, dijo, se trata de traducciones, y no existe el menor intercambio literario actual. "Estábamos mejor cuando no había relaciones diplomáticas", concluyeron los escritores.

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