Carlos Romero mantiene los objetivos para la producción final agraria

El ministro de Agricultura, Carlos Romero, mantiene para esta campaña unas perspectivas de crecimiento del 4,5% para la producción final agraria, similares a las anteriores previsiones. Los datos elaborados el pasado 1 de junio se consideran todavía válidos. La posible caída de la producción en algunas zonas, especialmente de cereal, se podría compensar con otros cultivos, manteniendo un resultado final similar al anunciado, a pesar de las lluvias que durante las últimas semanas han caído en la mayor parte de los campos nacionales.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, los efec...

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El ministro de Agricultura, Carlos Romero, mantiene para esta campaña unas perspectivas de crecimiento del 4,5% para la producción final agraria, similares a las anteriores previsiones. Los datos elaborados el pasado 1 de junio se consideran todavía válidos. La posible caída de la producción en algunas zonas, especialmente de cereal, se podría compensar con otros cultivos, manteniendo un resultado final similar al anunciado, a pesar de las lluvias que durante las últimas semanas han caído en la mayor parte de los campos nacionales.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, los efectos de las lluvias, afectan de forma negativa a una parte importante de las provincias del sur.Sin embargo Carlos Romero no quiso adelantar ayer oficialmente acontecimientos y su ministerio esperará la evolución de la climatología en las próximas semanas antes de que se pueda hablar de daños mínimamente aproximativos.

La Administración estima que los efectos catastróficos se han dejado sentir en zonas y producciones muy concretas, como ha sucedido otros años con determinados cultivos.

En el caso de los cereales, el hecho de que las cosechas sean escalonadas, hace que hasta la fecha los efectos negativos sean muy dispares en cada zona. Las previsiones de la cosecha para este año se sitúan en 18 millones de toneladas.

Según Carlos Romero, hasta los primeros días de este mes, se había cosechado ya el 50% de la cebada, en Extremadura y el 40% del trigo.

En Andalucía Occidental, el 80% de la cebada y el 60% de trigo. En Andalucía oriental, Ia siega afecta al 25% de la cebada y al 15% del trigo.

En el Ebro, se había segado del 40% al 50% de la cebada.

Finalmente, en Castilla-La Mancha, la recolección afecta al 40% en cebada y al 10% en trigo. En amplias zonas de Castilla-La Mancha y en todo el Duero, la recolección no ha comenzado y, si las condiciones- clim.itoíógicas mejores resultados pueden ser excepcionales.

El Ministerio de Agricultura considera, por el contrario, que la temporada de lluvias supone una mejora en las perspectivas de cosecha para otras producciones como la remolacha y el girasol y tiene efectos muy positivos para la ganadería, cuyo peso en el conjunto de la producción final agraria se eleva al 38%.

Por todo ello, Carlos Romero sostiene que es pronto para cambiar unas previsiones de PFA, "aunque, señaló, estamos dispuestos a realizar correcciones, si es necesario".

Balance anual

El ministro de Agricultura Carlos Romero, presentó los datos referidos a la Agricultura, Pesca y Alimentación durante 1987, balance que se solía hacer en el primer semestre del año.Según los datos contenidos en este documento y publicados ya durante los últimos meses, la renta agraria por persona ocupada creció en ese periodo un 10,9%, superando el millón de pesetas.

Con una inflación del 5,3%, el incremento de la renta, en términos de poder adquisitivo se elevó un 5,6%. La producción final agraria creció un 8,9% en términos reales, lo que signífica el 5,9% en términos monetarios.

Los ocupados agrarios descendieron el 1,6%, unas 26.000 personas. El Ministerio de Agricultura, entre otras cifras, destacó el buen comportamiento de la balanza comercial agraria que acabó el año con un saldo favorable de 60.000 millones de pesetas y una tasa de cobertura del 107,9%.

Los gastos de fuera del sector aumentaron el 3,3%, para situarse en 1,24 billones de pesetas. Los precios crecieron sólo un 0,3%, lo que supone practicamente su estabilización debido especialmente a la caída de las materias primas y a la importación de fertilizantes.

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