El reconocimiento Pretoria como potencia regional
El acuerdo de principio para la paz en el África austral implica el reconocimiento del papel de Pretoria como potencia regional en el continente africano sin la cual no pueden ser impuestas soluciones militares.
Ausente físicamente de las reuniones de Lisboa, Suráfrica intervino en el diálogo en la capital portuguesa a través de declaraciones de sus ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores y, del propio presidente, Pieter W. Botha.
El acuerdo ha sido negociado en las últimas semanas a través de múltiples contactos -en Londres, Ginebra, Brazzaville y Lisboa-, en los que t...
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El acuerdo de principio para la paz en el África austral implica el reconocimiento del papel de Pretoria como potencia regional en el continente africano sin la cual no pueden ser impuestas soluciones militares.
Ausente físicamente de las reuniones de Lisboa, Suráfrica intervino en el diálogo en la capital portuguesa a través de declaraciones de sus ministros de Defensa y de Asuntos Exteriores y, del propio presidente, Pieter W. Botha.
El acuerdo ha sido negociado en las últimas semanas a través de múltiples contactos -en Londres, Ginebra, Brazzaville y Lisboa-, en los que también han desempeñado un papel países no directamente implicados en el conflicto, como Portugal, Reino Unido, Mozambique, Zaire y Congo.
El acuerdo obedece en sus grandes líneas a la misma filosofía que inspiró la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, recientemente iniciada.
La desinternacionalización del conflicto angoleño, con una retirada honrosa de las fuerzas de íntervención extranjeras; la aceptación por todas las partes del marco trazado por las Naciones Unidas para la independencia de Namibia y la creación de las condiciones para una posterior reconciliación de los aliados angoleños de Washington y Moscú son los puntos principales del arreglo que las dos partes han estado negociando en Lisboa.
La guerrilla de UNITA está también obligada a hacer concesiones tras el fracaso de su último intento de instalar un Gobierno provisional en el altiplano central de Angola el invierno pasado, cuando se produce una ofensiva militar surafricana en el sureste angoleño y ante la perspectiva de que cese el apoyo militar que recibe actualmente de Pretoria.
Convergencia de voluntades
Tras sus conversaciones en Lisboa, soviéticos y estadounidenses se han limitado a subrayar la convergencia en la voluntad de ambos países para encontrar rápidamente una solución del conflicto angoleño a través de las negociaciones que van a continuar entre Angola, Cuba y África del Sur. Pero Chester Crocker y Anatoli Adamishin han pronunciado pequeñas frases que confirman el estado avanzado de estas mismas negociaciones.El soviético se declaró "convencido de que la resolución de las Naciones Unidas sobre la independencia de Namibia podrá empezar a ponerse en marcha sobre el terreno en septiembre de este año". A su vez, el secretario de Estado adjunto norteamericano dijo que, a pesar de que existen todavía grandes divergencias entre las partes interesadas, los cubanos han dado últimamente prueba de "una mucha mayor flexibilidad" en relación al plazo para la retirada de sus tropas de Angola, que ha sido desde el principio el mayor obstáculo a la conclusión del acuerdo.
Una fuente próxima a las conversaciones de Lisboa señaló que la última hipótesis barajada es la de fijar un plazo de un año.